La Sivinota

Bueno, son las 4 de la mañana y estamos en una de esas noches, como papis, en las que cuesta conciliar el sueño.

Tenemos a la pobre Mar con faringitis y mucha tos, le damos un jarabe e incluso una pócima de su yayi, pero por la noche la tos la visita con frecuencia y aunque ahora se le ha calmado un poquito, yo me he desvelado del todo y me he puesto a pensar en esos dias, que como explicaba Toni, nos lanzábamos tierra adentro con mucha moral y escasos medios ( un equipo de aparejos para varios que había que irse pasando ,cuerdas viejas y excasas, linternas de mano o velas, etc) a explorar avencs por el garraf, jugándonos, sin duda, más de lo necesario.




Uno de esas "experiencias" ocurrió en LA SIVINOTA.

Nos encontrábamos en nuestros inicios en la exploración de esos agujeritos que se encuentran por el garraf conocidos como avencs y que hacen que estas cercanas montañas se parezcan a un "queso gruyere".

Agujeros que van de los pocos a los cientos de metros de profundidad y que en aquel tiempo nos llamaban a su exploración como la miel a las abejas.


Era un tiempo de mucha ilusión y nulos recursos económicos, en los que solíamos introducirnos en avencs muy fáciles y estrechos en los que tuvieras apoyos constantes que nos permitieran bajar sin arneses y guiándonos de una cuerda del tipo que fuera para progresar, cogidos de ella, hasta donde ese espíritu aventuro e inconsciente nos alcanzase.


Quién no recuerda aquellas largas y multitudinarias jornadas en el Llambrics o en el Hanna Svarbroc " con velas"...

Pues bien, en uno de esos dias con Jesús, nos encontrábamos haciendo un avenc de estos que llamaremos "estrechitos" ( puede que el Asensio), equipados con un par de frontales, una cuerda de espeleología de 60m, otra roja de escalada muy vieja(sólo para emergencias) de 50m, un trasto para descender que llamábamos " el ascensor" y escasos 3 o 4 mosquetones y chapas, por supuesto sin arneses.

A la salida del avenc, una vez explorado, nos encontramos con un par de "profesionales" de la espeleología bajo el peso de su costoso y completo equipo que nos miraron con cierta incredulidad, al vernos salir del agujero con chandal y un equipo tan cutre como escaso.

No era la primera vez que pasábamos por esa situación, así que nosotros agachamos la cabeza y a lo nuestro, recoger rápido para ahorrarnos un poco de tiempo de ridículo y tratar de esquivar un poco la bronca...

Pero se vé que les despertamos sus primeros jóvenes impulsos de exploración y después de la bronca ( que si cómo se os ocurre meteros así, que si un día os tendremos que sacar, etc) nos rememoraron sus primeras experiencias espeleológicas... nosotros a escuchar, a callar, y a todo que "ah sí!?" y amplia sonrisa... e incluso nos dijeron que si queríamos hacer un avenc guapo teníamos que ir a "LA SIVINOTA" que había que hacer un péndulo y tal...

Bueno, pasado el bochorno nos fuimos, quedándonos con el nombre de ese avenc "LaSivinota" dando vueltas en nuestras curiosas cabezas y decididos  a volver otro día a buscarlo.

Lo que desconocíamos es que no se trataba de uno de esos avencs que solíamos hacer y llamamos estrechitos y se trataba de,   la que durante mucho tiempo fué la mayor caída vertical directa de catalunya, unos 110 m de pozo inicial.

Lo que todavía no he entendido es porqué esos dos nos mandaron a la guerra si sabían que íbamos equipados con palos y tirachinas.

Pronto,encontramos la ubicación... estaba mucho más lejos de lo que nunca habíamos llegado andando con las cuerdas, unos treinta minutos o más hasta su boca dejándo el coche en campgras( antes que se podía), bajo la Bola.

Pero no nos íbamos a echar atrás por lejos que estuviese, así que el sábado siguiente y pasando primero por el Decathlon para dejarnos nuestros últimos ahorros en los bloqueadores para poder subir por la cuerda que bautizamos com" terminator"( puño) y "pecho", nos dispusimos a pasar una "jornada inolvidable".


Nuestro equipo total:

-Una cuerda de espeleología de 60m

-La cuerda vieja y roja de escalada "sólo para emergencias" de 50m.

-Los dos bloqueadores recien comprados.

-Dos frontales, pilas, un mechero y alguna vela.

-Una cinta roja para rodear puentes de roca o árboles.

-4 o 5 mosquetones y chapas.

-Una llave inglesa.

-2 cinturones de seguridad de un Hyundai que se había despeñado y que haciendo un ocho y pasando cada pierna por un asa utilizábamos de arneses, puesto que los recursos económicos todavía no habían llegado para comprar ninguno.

-Tanta ilusión como "falta de de seny".

Ya he comentado que con este escaso y precario material, nos dedicábamos a explorar los avencs que veíamos más estrechitos y en los que apoyados de pies y manos por las irregularidades de las paredes progresábamos con la ayuda de la cuerda fija como guía.

Pero, sin duda, ni íbamos preparados para explorar esos avencs ni mucho menos LA SIVINOTA.

Comparativa de la planta de La Sivinota y la Torre Agbar de Barcelona.



Tras dejar el coche un poco más adelante de campgras, cerca de una torreta eléctrica, cargamos el equipo y nos dirigimos hacia el avenc de La Sivinota.

Una media horita de estrecho sendero hasta donde se encontraba su boca, de un metro de diámetro y cerca del sot del Infern (mal presagio).

La boca del avenc es casi redonda y tiene el aspecto de un gran agujero de alcantarilla, pero a partir de unos 10 metros dejas de ver paredes y sólo se ve un oscuro agujero.

Para hacernos un poco de idea de la profundidad, decidimos tirar una pequeña piedra para escuchar lo que tarda en estrellarse contra el fondo o contra algún saliente y seguir rebotando.

La acción fué la siguiente: nos arrodillamos con cuidado en la boca del avenc, estiramos la mano con la piedra hacia el centro y la dejamos caer...desaparece...afinamos el oído... silencio... nos miramos... silencio... miramos otra vez al agujero, ahora con los ojos abiertos como platos,... silencio... silencio... nada.

No hay sonido, al menos no hemos escuchado nada de nada... qué significa eso?? que no tiene fondo??? Probaremos con otro más gorda... repetimos la opeación... a la piedra se la traga la oscuridad pero no se oye nada, pasan los segundos y nada, NADA!!
 ejem ejem, pero donde nos estamos metiendo????????????

Pero, ya que estamos aquí habrá que inspeccionar al menos no?, porque llegar al fondo está claro que no con 60 metrillos de cuerda. Además, seguro que cuando vayamos bajando se ven algunas repisas para ir descansando y observando el panorama para poder  volverotro día con al menos el doble de todo, no??

Supogo que tratábamos de tranquilizarnos, pero los nervios estaban a flor de piel.

Al lio, nos encargamos de asegurar bien la cuerda por las chapas que ya hay instaladas y la dejamos caer, ésta se desenreda rápidamente  mientrascae con un siniestro zumbido hasta que la luz exterior no deja verla acabar.
Y ahora, quién baja primero??? Parece que me toca a mí (macachis!!!)

Cojo el cinturón de seguridad del Hyundai, hago un ocho y paso una pierna por cada agujero, me lo subo hasta la cintura y lo fijo con un mosquetón grande y verde con cierre de seguridad, que para abrirlo hay que tirar del seguro hacia abajo.Coloco el aparato para descender que denominamos "ascensor" y me cuelgo los bloqueadores y una cinta para el pecho, necesaria para subir, de los tirantes del pantalón corto tejano que llevo puesto.

Quizás, hubiera sido mejor probar los bloqueadores para subir anteriormente, pero siendo nuevo tiene que funcionar no??? además, si lo hemos comprado antes de venir, como no lo probáramos en el coche?...(así éramos).

Me coloco el frontal, me acerco a la boca del avenc e instalo el "ascensor" pasándolo por la cuerda... estoy listo para empezar el descenso...una mirada con Jesús... todo en orden...a bajar... aflojo la tensión de la cuerda y ésta empieza a deslizarse por el aparato y,a la vez, yo por ella.

Los primeros metros, cerca de la pared y aún iluminado por la luz exterior. A unos 5 metros la pared se aleja y quedo ya colgado en el vacío, ahora mi único punto de apoyo es la fina cuerda de espeleo de la que ya dependo totalmente.

Continúo descendiendo y el avenc se oscurece y ensancha cada vez más. Miro hacia arriba y allí está Jesús, lo veo cada vez más pequeño enmarcado en un círculo casi perfecto de cielo azul. Enfoco hacia abajo y el frontal alumbra la cuerda hasta que se pierde en la oscuridad, no parece que hayan repisas posibles pero,descenderé  un poco más. De las 4 paredes ya hay dos que ni las veo y la que tengo más cerca está a unos 3 metros de mí, prosigo descendiendo y al volver a mirar hacia arriba ya casi no distingo a Jesús, sólo veo un punto oscuro  envuelto en una pequeña y redonda entrada de luz, todo lo demás es oscuridad a parte de la tenue luz de mi frontal que se pierde con tanto espacio totalmente negro a mi alrededor.
http://espeleoume.blogspot.com/2008/03/avenc-de-la-sivinota.html


Enfoco hacia abajo y sigo el descenso pero al volver a enfocar, ya comprendo que no podré continuar descendiendo más, sencillamente porque me encuentro a unos pocos metros del final de la cuerda.

Entonces caigo en el fatal error  de novatos que hemos cometido, confiados en llegar a alguna repisa o sala antes de que se acabase la (para nosotros) larga cuerda de 60 metros, no hemos hecho un nudo al final de ella, si sigo descendiedo, sencillamente el "ascensor" seguirá tragando cuerda hasta que esta se acabe  y la caída será inevitable.

Empiezan los nervios.... primero bloqueo el "ascensor" haciendo un par de lazadas para evitar seguir descendiendo un metro más. A Jesús le grito que la cuerda no llega al fondo y que tampoco lo veo, todavía deben de quedar muchos metros hasta abajo.

Recojo los ecasos 5 metros de cuerda que me quedan y hago un nudo para asegurar, aunque sea tarde, el deslizarme por la punta de la cuerda si falla el bloqueo. Llevo una pequeña piedra en el bolsillo del pantalón... la dejo caer... desaparece bajando pero sigo sin escuchar nada.... espera... a lo lejos me llega un leve ruido, pero han pasado muchos segundos.

Si me caigo desde aquí, lo único seguro es que sufriré poco! Luego supimos que el fondo de este pozo se encuentra a 110 metros de profundidad.


Miro a mi alrededor, sólo hay una pared a mi alcance, pero sigue a unos 3 metros... intento balancearme un poco, pero apenas me muevo, sin duda no se puede hacer un columpio cuando cuelgas de unos 50 metros, mis esfuerzos apenas consiguen moverme del sitio.

Hacia abajo vale más ni mirar, hacia los lados no llego, sólo queda subir y salir de este follón en el qe voluntariamente nos hemos metido y arriba Jesús tampoco lo estará pasando muy bien, sabe que la situaicón es crítica, estoy colgando en el vacío agarrado con un cinturón de coche como arnés y para subir tengo que hacer el cambio de aparatos.

Tengo que cambiar el "ascensor" (bloqueador de bajada) por el "ancla"(boqueador de pecho). Pero el cambio, que debe ser relativamente sencillo  de hacer con los pies en el suelo, nunca lo hemos hecho, ni pensado, colgando de la cuerda y menos sabiendo que debo de abrir mi mosquetón de seguridad que fija mi arnés-cinturón y que me da la linea de vida con la cuerda, para sacar el "ascensor" y poner en su lugar el "ancla" para subir.

Si de algún modo pudiese llegar a una pequeña ventana que veo en la pared, allí podría desengancharme y cambiar los aparatos con facilidad pero es imposible, por más que intento balancearme no me muevo del sitio.

Ahora la cabeza empieza a dar vueltas de porqué nos meteremos en estos sitios con lo bien que se está en casita, le comento la situación a Jesús y que habrá que llamar a los bomberos o a alguien para que me saque de aquí porque sólo no creo que pueda y él desde arriba tirando supongo que tampoco, además si se le escapa la cuerda adiós muy buenas!!

Alli arriba Jesús debía también  darle vueltas a todo, dejarme allí sólo colgando, irse corriendo hasta el coche, conducir hasta castelldefels y llamar desde algún lado( no había móvil, qué tiempos!!) a los bomberos para luego volver por si todavía estoy al final de la cuerda o algo más abajo, al final del pozo

Entonces me grita de lanzarme la cuerda de escalada para que me segure a ella antes de hacer nada. No estaría nada mal tener un seguro más aunque sea un poco viejo, pero entonces como una flecha un temor me viene a la cabeza.

La cuerda de escalada es unos 10 metros más corta que la de espeleología de la que cuelgo, puede que yo ya esté más abajo de lo que pueda llegar ésta.

Entonces adiós al seguro... pero eso lo sabré pronto, Jesús ya ha fijado un extremo y empieza a dejar descender el otro.  Poco a poco se va acercando, por un momento creo que no me va llegar, que se va a quedar a unos metros de mí colgando inutilmente.

http://ddd.uab.cat/pub/butcenexccat/butcenexccat_a1924m4v34n351.pdf : pág 122 y siguientes. Relato de la peligrosa, precaria y emocionante primera exploración al avenc en 1923, por Rafael Amat i Carreras ( Vuit hores enterrat en vida).

Pero entonces desciende un poco más y me sobrepasa medio metro escaso. Cojo el extremo y hago rápido una lazada, le pongo un mosquetón y lo engancho a mi mosquetón de seguridad.

Debo de reconocer que colgar de dos cuerdas te dá un poco más de tranquilidad y respiro más pausadamente. Pero, a la hora de cambiar los aparatos sigo teniendo que abrir mi mosquetón de seguridad que sujeta mi precario arnés y esa es la parte que no me hace gracia, si se me escapa por lo que sea el cinturón ,será éste el que se quede colgando de las dos cuerdas, pero yo me iré a visitar el fondo del avenc por muy lejos que esté.

La cabeza en esos momentos da mil vueltas, pienso en el "puño", si lo fijo a la cuerda por enciama de mí, tendré un seguro más... éste cuelga de uno de los pasadores de mi pantalón tejano, con cuidado lo desengancho porque no sería un buen momento para que se caiga y lo bloqueo en la cuerda de espeleo . Ahora, al menos tengo un buen agarradero para hacer fuerza y levantar mi propio peso. Normalmente lleva una baga que sujetas al arnés  y que te sirve de seguro una vez sujeto a la cuerda, pero lo llevo totalmente suelto, así que no me dará toda la seguridad que podría.

Otro gran error ha sido el pasar los aparatos por el mosquetón de seguridad directamente, en vez de engancharlos primero a otro mosquetón secundario y así no tendría que abrirlo, pero es lo que tiene el utilizar material sin conocerlo adecuadamente, que haces las cosas mal y se acumulan los errores.


Así, cogiendome con fuerza del puño con la mano izquierda y sosteniendo el peso de mi cuerpo , pude aflojar un poco la tensión  de la cuerda  y  probar de abrir mi mosquetón de seguridad para hacer el cambio de aparatos. Esta operación me costó un gran esfuerzo debido a que para abrir el mosquetón debía primero apretar el seguro y al mismo tiempo girarlo e introducir el "ancla"con la misma mano ya que la otra estaba muy ocupada sujetandome a pulso por si todo fallaba.


Debo decir que no lo conseguí a la primera y esos segundos me parecieron interminables, , pero finalmente el ancla estaba en mi mosquetón de seguridad y ahora ya no lo volvería abrir por ninguna razón. A pesar de seguir colgado con un abismo a mis pies la sensación había cambiado, la situción era tensa pero había dejado de ser desesperada.

Me acabé de colocar el ancla en el arnés de pecho, que consiste en una cinta que se pasa por detrás de la espalda haciendo un ocho como si fuera una mochila y empecé mi lenta ascensión, comprobando lo efectivos que eran los bloqueadores, hacia ese pequeño círculo de claridad en el que se encontraba Jesús y todo lo demás.

La ascensión, con falta de ritmo por la nula costumbre a esos aparatos nuevos y por el esfuerzo que me había dejado exhausto fue lenta y agotadora.


Jesús iba recogiendo la cuerda de escalada para ayudarme y gracias a él tardé menos, pero, realmente se hizo eterno.


Por fín ya estaba fuera, las caras de los dos demostraban la desesperación de la situación vivida.


Puedo decir que tuvimos mucha pero que mucha suerte de poder explicar ese día como una anécdota más. Una anécdota para aprender, valorar y analizar las cosas.

Me gustaría saber la versión de Jesús de los hechos, porque han pasado muchos años y porque sé que él también lo pasó bastante mal aún estando fuera.

Espero noticias!!!

2 comentarios:

  1. Ufff, que mal cuerpo se me ha quedado reviviendo lo que os pasó. Y porque fuiste tu, que si llegamos a ser alguno de nosotros no salimos de ahí.
    Fuimos muy inconscientes de lo que haciamos, pero quien no lo ha sido en su juventud? Por suerte nunca nos pasó nada, y podemos recordarlo alegremente.
    Esa fue mala, pero quedaron muchas buenas! Las fotos geniales.
    Quiero más!! :-)

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  2. Un día tenemos que decidirnos a hacer uno de esos avencs facilitos, aunque con más medios, pero en manada, lo que nos íbamos a reir!!

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