Pic del Infern(Julio de 1998)

Siempre es bonito rememorar pequeñas aventuras que ocurrieron hace unos años y más cuando se trataba de nuestras primeras experiencias en la montaña.

Por suerte, tenía la costumbre de llevar una pequeña libreta donde apuntar las cosas que iban ocurriendo. Así, al rebuscar en la profundidad de los cajones de casa, doy con ellas y entonces puede reproducir, casi con todo detalle, esas pequeñas aventuras de hace años.
Con Jesus, he tenido la suerte de compartir muchas de ellas, pero ésta especialmente, merece la pena recordarla.
Los detalles son muchos, quizá demasiados, pero es que en esas primeras excursiones, todo era importante!!

DIARIO:

16 de Julio de 1998 : A por el Pic del Infern!

9h-13h Trabajo tenis.

13.20h ( Chirriando ruedas ) Llego a castelldefels.

13.25h Pico a Sus ( que ha estado currándose una peazo de tortilla de patatas!!). No quiero ni pensar como habrá dejado la cocina " pobre mamasus"!!

Después de cargar los trastos en la furgo, incluido al perro ( lo de llevar al perro fue una decisión meditada concienzudamente durante uno o dos segundos y ocurrió así: Nos llevamos al perro? Pues vale!).
Por lo que que ya no seríamos sólo dos en la escapada.

Tras añadir un poco de pienso ( que el perro no querría ni oler en toda la excursión), el collar, la cadena y el culo de una botella de 5 l. cortada para que bebiera, iniciamos nuestra marcha. No sin antes despedirnos de nuestros angustiados papas.
Presa del Cavallers en LLeida.
Angustiados?, Por qué? Si ya hace dos semanas enteras que tengo el carnet de conducir y nos dirigimos al Pirineo, un lugar donde nunca podría pasarte nada malo, o no?.

14h Salida
Tras parar a comer al lado de la carretera unos trozos de lomo y bocata de tortilla que, muy a nuestro pesar, tuvimos que compartir con el perro, llegamos a las 16.30h a Ripoll, donde compramos pastillas para el fuego y una libreta y boli (para poder recordar la aventura).

17.30h. Después de coger un atasco en Camprodon, pasar por Llanars y Setcases, llegamos al Plà de la Molina ( carretera hacia Vallter 2000), donde siguiendo el buen consejo de la mamá de Sus, anclamos la furgo ( para que no se fuera a bañar al rio por la noche).

Tras discutir lo que debíamos o no llevar, cogimos el camino GR-11 que salía de la misma carretera y a 250 m. escasos, encontramos nuestro refugio: L´Aixopluc dels Isards.
Refugio de piedra, espacioso de forma rectangular (5x3 aprox.), con chimenea, y con el techo bastante alto, gran mesa de madera, bancos y un ático hecho con cuatro troncos y una escalera para subir. Mucho mejor que todo lo que hubiéramos esperado y bastante mejor que lo que nos esperaba. Visto del interior el refugio es reconfortante, cómodo y con la ayuda de un buen fuego también cálido. En la mesa hay una lata de cocido, otra de fabada y numerosos potitos de mermelada, además de sobres de café, azúcar y la típica vela que buena falta siempre hace. El Banco está debidamente acolchado y ofrece un agradable descanso a la vista y calor del fuego. Una escalera de madera te permite subir a las camas, donde hay tres colchones más o menos sucios pero que prometen una cómoda cabezada. (Actualmente el refugio ha desaparecido) Recorriendo un escarpado sendero por las rocas de Totlomón, cerca de Queralbs.
Tras distribuir nuestras cosas por el refugio, procedemos a hacer lo que consideremos más importante para pasar una noche en el Pirineo: recoger leña. A pesar de haber suficientes ramas por el suelo, quien resiste la tentación de arrancar de la tierra uno o dos árboles muertos a base de pedradas, patadas, empujones y otras artimañas no dignas de mencionar.

Así que, tras almacenar leña suficiente, todavía disponemos de 2 horas de sol para dedicarlas a cosas de menor importancia, como construir trampas, colocar cebos y cepos para cenar trucha a la plancha o conejo al horno ( la esperanza es lo último que se pierde). Cada uno podía dedicarse a lo que quisiera, yo construía trampas, Sus encendía el fuego y el Raid no paraba de correr para arriba y para abajo sin perder nunca la posibilidad de meterse en el rio y luego sacudirse delante tuyo.

Llega la hora de cenar. Primer problema: no hay parrilla, hay que construir una o idear un trípode. Así que, manos a la obra, con la ayuda del enorme cuchillo, corto tres fuertes y verdes ramas para hacer un trípode donde colgaremos la olla a mayor o menor altura según la necesidad de calor o cocción.

La teoría está tirada, la práctica es otra cosa y costó derramar el agua de la olla por lo menos dos veces sobre el fuego con su consiguiente apagado y su cada vez más dificultoso encendido. Pero finalmente funcionó y tras esperar a que hirviera (espera en la que no pudimos soportar comernos uno tras otro los trozos de carne rebozada, para chuparse los dedos y las patas Guauh!), cenamos un suculento plato de arroz con atún.

Estábamos tranquilamente saboreando nuestro manjar a la luz de las llamas, cuando sin saber porqué, el perro se pone a ladrar con furia hacia la puerta, sin duda alguien o algo debía de rondar por ahí fuera.

Lentamente abrimos la puerta pero la noche oscura y acostumbrados a la luz del interior no conseguimos ver nada, poco a poco salimos del refugio y la actitud del perro no parece cambiar, ha dejado de ladrar pero está atento con la mirada fija hacia algún punto que nuestros ojos no nos permiten ver y sigue gruñendo.
Cima Torreneules
Pasan los segundos y ni se oye ni se ve nada, todo parece una falsa alarma, así que volvemos a entrar y acabamos lo que nos queda de la interrumpida cena.

El agua que habíamos cogido del rio estaba ligeramente sucia porque el perro había metido su delicado hocico dentro, por lo que decidimos bajar a la furgo a coger una garrafa de agua. Salimos los tres juntos guiándonos por la luz del frontal por el pedregoso camino que bajaba a la carretera, y casi al llegar, el perro vuelve a repetir su actuación ladrando nerviosamente hacia la furgoneta. Alguien podía estar intentando abrirla, o peor aún, podría tranquilamente haber entrado ya y estar esperándonos en su interior.

Nos pusimos a correr, pero no dirección al refugio, sino hacia el intruso con piedras en la mano y soltando insultos a grito pelao. Cual fue nuestra sorpresa al descubrir que nada ni nadie había en la furgoneta y el perro sólo se había asustado, aparentemente al ver la negra silueta de ésta.
Raid, el tercer integrante del grupo.Con una simple mirada de desprecio hacia el valiente can dejamos el asunto zanjado (o quizá nosotros nos equivocábamos y algo o alguien que había escapado rápidamente de nuestra visión había realmente provocado el nerviosismo del perro, algo o alguien que todavía estaba ahí fuera, posiblemente muy cerca y observándonos, porque no parece extraño que el perro ladre a un coche que está acostumbrado a ver desde el primer día que llegó a mi casa tanto de día como de noche, y reaccionando como jamás antes lo había hecho??).

De nuevo, ayudados por la tenue luz del frontal volvemos al refugio y nos disponemos a dormir en nuestro altillo.

Pronto nos dimos cuenta que la chimenea tenía problemas para evacuar el humo y éste entraba en grandes cantidades haciendo la respiración casi insoportable, a esto se sumaba que las camas estaban a gran altura donde la cantidad de humo era aún mayor. Así que decidimos abrir la puerta y sacar a patadas los grandes troncos de la chimenea ¡ vale más estar un poco fresquitos que no parecer salmón ahumado!

Al rato de volver a la cama el perro vuelve a ladrar hacia la puerta pero ahora le mandamos callar al instante.

4.30h Me despierta el condenado perro otra vez, pero ahora yo también escucho voces en el exterior, mi primer pensamiento es que ya viene alguien a aguarnos la fiesta y tendré que bajar a abrirles y soportar su follón y compartir el codiciado espacio ( no hay nada como ser sociable!!). Pero nadie se atreve a picar y tal como vinieron parece que se fueron (todavía no sé si esto pasó o simplemente lo soñé).
Por encima de Pardines.
8.00h Tras dar unas vueltas en el saco, me despierto y saludo a Raid que está deseando volver correr por ahí fuera, así que damos una vuelta por los alrededores y voy comprobando una a una la ineficacia de las trampas colocadas la tarde anterior.

Vuelvo al refugio y desayuno rebanadas de pan con nocilla y mermelada, mientras Sus retoza en el saco. Poco después, tras desperezarse, hace lo mismo y podemos recoger los bártulos y frente al mapa, elegir el itinerario a seguir. Decidimos ascender hacia Vallter 2000 por el GR- 11 que pasa frente al refugio.

9.15h Salida.
El calor del sol sumado al peso de la mochila me hace quitarme ya la sudada camiseta. El GR-11 asciende bordeando el rio y allá arriba de vez en cuando se deja ver la carretera que también asciende con los consiguientes desperdicios ( ruedas, parachoques, plásticos)que caen incluso aquí.

9.50h Font del Sauc
Tras enlazar con la carretera que sube a Vallter 2000 a pie d e pistas, nos desviamos ligeramente del GR-11 y ascendemos por una pista de sky, donde nos cruzamos con un hombre que subía con una yegua a llevar víveres al Refugio de Ulldeter. Volvemos a enlazar con el GR-11, ahora con más gente a nuestro alrededor, porque todo el mundo sube en coche hasta el parking de la estación y luego hacen los diez minutos de ascensión hasta el refugio andando.
Llegamos al refugio, demasiado ostentoso y pijo para nuestro gusto y haciendo una merecida parada para alimentarnos, proseguimos la ascensión hacia el Coll de la Marrana ( parecía el camino de Santiago de la gente que subía).

11.15h Llegamos al Coll de la Marrana, desde donde podemos ver claramente el pico de Bastiments a nuestra derecha y un poco más hacia la izquierda el Pic del Freser y detrás de el, el Pic de lÍnfern.
Avenc dels esquelets, Garraf.
Decidimos ascender en diagonal por el Bastiments hacia el collado del Freser que separa los dos picos, el camino era el más corto ( como no), pero las grandes piedras sueltas, dificultaban sensiblemente la marcha y ponían en serias dificultades a las desnudas patas de nuestro peludo compañero.

Allá abajo, se puede ver el Plá de Coma de Vaca y encima de este el Balandrau y a su derecha los dos Torreneules.

12.30h Coll del Freser
Podemos ver los lagos en la parte francesa de los Pirineos, sin duda, un lugar digno para situar una frontera, puesto que la naturaleza te facilita las cosas.
Pocas ganas y fuerzas nos quedan para seguir la ascensión hacia el Pic de l´Infern y esto sumado a la refrescante visión de los lagos y al hecho que el agua del bidón hace ya tiempo que se nos ha acabado, decidimos descender hacia Francia y dejar la ascensión final para mañana.
Descendemos ligeramente hacia la izquierda hasta encontrar un pequeño bloque de hielo con una parte no helada, donde saciamos nuestra sed y Raid se pega un merecido baño.
Observamos la zona y Sus parece ver un refugio un poco más arriba, así que dejando las mochilas entre las rocas ascendemos, pero el refugio parece haberse desvanecido y sin duda, unas formas rocosas nos han jugado una mala pasada.
12.40h Volvemos a descender tras recoger las mochilas hacia un lago rodeado de verdes hierba de más abajo .
Lago de comamitjana
Al llegar al lago, procedemos a rodearlo, cosa que Raid no parece compartir, prefiriendo cruzarlo de punta a punta dándose otro chapuzón.
Decidimos que es un bonito sitio, pero malo para quedarnos a dormir, puesto que la única vegetación que hay es la hierba que rodea al lago y que no nos permitirá encender el necesario fuego para pasar la noche. Así que, continuamos el descenso por el torrente que sale del lago hacia tierras más boscosas.
Una piedra de rara forma me hace detenerme, sin duda tiene la forma de un animal muerto pero estamos demasiado lejos para poder asegurarlo y ya metimos la pata una vez, así que nos acercamos para comprobar que se trata de un isard muerto y que no llevará demasiado tiempo en ese estado pero ya está repleto de moscas.
Quizá en otras circunstancias más adversas hubiéramos procedido de otra manera, pero llevábamos comida suficiente y la gran abundancia de moscas prometian una tarea no demasiado agradable, por lo que seguimos el descenso hacia un valle entre dos pequeños rios un poco más abajo.
Era perfecto, verde y blando césped, agua fresca, madera. Así que decidimos encender un fuego y preparar la comida ( tarea de Sus), mientras yo talaba unos pequeños árboles para construir un simple refugio donde pasar la todavía lejana noche.

Poco a poco el cielo se va nublando, cosa que no nos extraña demasiado, pero unos truenos lejanos no profetizan nada bueno, continuamos cada uno nuestra tarea hasta que empieza a chispear. Poco rato duró el chispeo.

14.30h Se inicia una tormenta en serio.
Recogemos rápidamente los trastos y los ponemos bajo unos árboles cercanos, cuyas ramas no impedían el paso de la cada vez más fuerte lluvia.
Sin duda, deberíamos construir un refugio mejor para impedir que al menos se mojen los sacos de dormir, cosa que, por ahora conseguimos colocando los plásticos y la manta térmica sobre unas ramas y situando las mochilas debajo.

14.50h Los espaguetis estaban hechos y como no podíamos hacer nada más que esperar acurrucados alrededor de las mochilas, comimos los deseados espaguetis con atún que tanto nos merecíamos.

La tormenta se ha convertido en una granizada y cae con tanta fuerza que aunque no nos moja directamente, sí indirectamente al salpicar el granizo en los charcos del suelo.

Así estuvimos hasta las 15.30h cuando dejó de llover sensiblemente.
Sabíamos que de esa manera, empapados como estábamos no podíamos pasar la noche y debíamos buscar algo mejor. El problema principal estaba en buscar algún sitio donde refugiarnos de la lluvia que prometía no parar.

La posibilidad mayor, era descubrir algo lo más parecido posible a una cueva, aunque fueran dos grandes rocas que dejasen un refugio en su interior. En el prado sería imposible encontrar algo así, por lo que envolvimos las mochilas en la otra manta térmica bajo nuestro precario aixopluc que ya empezaba a desmoronarse y nos dirigimos hacia una de las dos paredes verticales que protegían el valle.

La ascensión era dura, con grandes piedras caídas de la pared aún lejana, algunas incluso grandes como una casa que ofrecían la posibilidad de encontrar huecos en su interior y así descubrimos una especie de gruta bajo una gran piedra grande como una furgoneta. Pero el suelo era muy irregular con grandes rocas y sin ofrecer una pequeña zona plana donde recostar medio cuerpo, además la humedad era enorme y las gotas de lluvia resbalaban por el techo y las paredes hasta llegar al embarrado suelo.

Si no encontrábamos otra cosa mejor deberemos dormir aquí.

Continuamos ascendiendo y Sus encontró otro hueco entre dos piedras, estrecho y alargado donde únicamente se podía estar tumbado, pero tenía la ventaja de tener el suelo liso y más seco. Además tenía dos entradas donde podríamos encender algo de fuego. Lo malo es que estaba a mucha altura y sin duda, debería de haber algún sitio mejor-
Can Jaques, Garraf.
16.45h Decidimos darnos de plazo hasta las 18.00h para encontrar algo decente, así disponíamos de dos horas más de sol para intentar acondicionar, lo mejor posible, el lugar elegido para pasar la noche.

Al mirar hacia la pared del otro lado del valle, vimos algo parecido a una gruta, aunque sabíamos que lo más seguro se trataba únicamente de una pequeña cavidad en la que ni siquiera podríamos meter una mochila, la única manera de comprobarlo era volviendo a bajar al valle, cruzar el rio y volver a subir hacia la otra pared, disponíamos de 1.15h.

Totalmente empapados por la incesante lluvia, llegamos a nuestro objetivo y descubrimos que ciertamente no era más que una pequeña grieta. Por lo que. otra vez, deberíamos volver a descender pensando que ya sabíamos donde nos tocaba pasar la noche, pero no veíamos nuestro precario refugio demasiado decente como para pasar una noche de tormenta a más de 2000 m.
Pero al empezar a bajar, vimos que en el otro lado del rio y cerca de por donde habíamos pasado, había una precaria pared de rocas que prometía algo mejor.

Realmente nos pareció un hotel de cinco estrellas comparado con las dos rocas entre las que nos esperaba dormir y la verdad es que no era más que una precaria pared de rocas que alguien había levantado para proteger el hueco que dejaba una enorme roca. El recodo en su interior, de forma más o menos rectangular y de un metro de ancho por tres de largo, contaba con un poco más de metro y medio de altura en su punto máximo y bajaba hasta convertirse en una grieta bajo la enorme roca.
Precario refugio del día en Comamitjana con nuestras reformillas.
Pero había sitio suficiente para nosotros y para situar los sacos y colocar las mochilas al refugio de la lluvia y además, había la posibilidad de encender fuego.

Así que, ya más contentos, fuimos a buscar las mochilas donde las habíamos dejado envueltas en plásticos y las llevamos al refugio. Después, recogimos leña de los árboles secos que todavía no se habían caído para que no estuviera excesivamente mojada..
Las mochilas las colocamos en la parte más baja del refugio, donde no podíamos entrar y así tendríamos más espacio, estiramos las esterillas sobre el irregular suelo de piedras y procedimos a encender el fuego, disponiendo la ropa mojada y las bambas alrededor de él y situando también la leña menos seca cerca para que fuera perdiendo la humedad y poder utilizarla después.

Rápidamente nos dimos cuenta que la precaria chimenea, en vez de evacuar el humo nos lo introducía en el interior, debido a que desde fuera el viento soplaba con fuerza y no dejaba que el humos saliese, así que desmontamos la pared de la chimenea y levantamos una nueva más alta por la parte que soplaba el viento para que el humo pudiese escapar con mayor facilidad.

Se notó una sensible mejora en el interior, continuaba habiendo gran cantidad de humo pero al menos, se podía estar. Así que nos pusimos a preparar la cena, consistente en dos sobres precocinados de arroz, como siempre, costó trabajo hervir el agua, pero el resultado mereció la pena.
Nunca hemos sido muy ordenados!
20.30h Cenamos.
De mala gana compartimos la comida con el Raid, al que no pareció hacerle demasiada ilusión, no sin antes haberle pegado los suficientes lametones como para arrepentirnos de compartirla con él.

Preparé un recodo para que el perro durmiera cerca nuestro pero sin pisar y poner perdidos los sacos, recodo que aceptó al segunda. Al igual que su cena.

Con la ayuda de un plástico, tapamos la entrada, con lo que conseguimos mayor calor, pero también mayor cantidad de humo. Sin duda, la pared de la chimenea que recibía toda la fuerza del viento tenía demasiados agujeros entre las piedras y el aire frio se colaba del exterior empujando hacia dentro, el cada vez más asfixiante, humo. Con un plástico tapé el agujero mayor desde dentro y por fuera , con la ayuda de grandes trozos de césped que crecían extendiéndose por encima de las rocas fuimos tapando el resto de agujeros hasta conseguir una proporción de humo insoportable si estabas de pie pero bastante soportable tumbados en el saco, puesto que el humo parecía no querer acercarse a menos de 30 centímetros del suelo.
Pic de L´Àliga, sobre Nuria.
22.00h Nos pusimos a dormir, pero era importante mantener el fuego encendido durante el mayor tiempo posible, para que no bajase demasiado la temperatura y toda la ropa se secase bien. Por suerte me fui despertando( al contrario que mis dos bellas durmientes) cada ciertas horas ( a las 00.00h, 2.40h, 5.00h y 7.00h), con lo que mantuve el fuego encendido hasta el amanecer.

8.00h En pie.
Salgo del saco y bajo al rio a por agua, el día está despejado y promete una soleada ascensión al pico destino. El Pic de l´Infern

Tras recoger los sacos y disponer las mochilas, comprobamos que las bambas utilizadas el día anterior , en el valle, se habían secado. Las guardamos, puesto que ahora les tocaba el turno a las botas de montaña y nos decidimos a ascender, en primer lugar, al Pic de Comamitjana que teníamos en frente, para posteriormente desplazarnos por su cresta hasta el collado que conectaría con la cresta norte del Pic de l´Infern.

El plan era bueno, pero arriesgado, puesto que no sabíamos exactamente cuanto descendería el collado y si no sería más fácil volver por donde habíamos venido hasta los lagos de Comamitjana y subir por la conocida ruta del collado que conecta con el Bastiments. Pero no es una cosa que nos atraiga demasiado el volver a pasar por una ruta que ya conoces dejando de lado la incertidumbre de no saber qué te puedes encontrar ( la aventura es la aventura, dicen!).
Cima de la Tuca de Mulleres, Lleida
9.30h Comenzamos la penosa ascensión al Pic de Comamitjana.
Complicada, porque las largas hierbas y la .pronunciada pendiente la hacían parecer un tobogán, con piedras sueltas que al caer te recordaban el precio de un descuido o de un exceso de confianza.
Raid también parecía tener problemas en sus ya maltrechas patas.

Sobrepasados los 2600mts la pendiente se hace ya menos pronunciada pero el agua había volado y estábamos sedientos. A pesar de haber llovido toda la tarde y parte de la noche, las inclinadas rocas no parecían albergar ningún posible recodo en el que saciar la sed.

Una gran manada de isards nos observaban curiosos de ver dos torpes figuras tropezando y avanzando lentamente por un lugar en el que ellos pueden correr y saltar desplazándose a grandes velocidades y sin esfuerzo aparente.

Pero hay una tercera figura de color oscuro que también ha visto a estos curiosos y esquivos animales y quiso darles alcance saliendo corriendo, aprovechando la bajada, comprendiendo con rapidez que nada tenía que hacer contra las bien diseñadas pezuñas, por lo que tuvo que abandonar la desigual competición y volver con sus igualmente torpes pero ahora encima burlones compañeros de ascensión.

10.45h llegamos a los a la cresta de la Serra mitjana donde paramos a descansar y a contemplar la vista del otro lado de la montaña, donde se encuentran los lagos de la Coma del Infern y más allá el gran Llac de les truites.
También al noreste se puede ver el refugio Matutano que se encuentra siguiendo el mismo riachuelo que pasa por delante de nuestro precario refugio y a unos escasos dos o tres kms de éste. Pero quién quiere dormir en un refugio guardado sobre blandos colchones y despertar con el desayuno hecho, pudiendo dormir sobre piedras que se te clavan en la espalda y metidos en un agujero de la pared, húmedo y frío, tapado por una pared de rocas con más agujeros que un colador?

Así que seguimos por la serra mitjana y antes de su pico más elevado de 2.744mts, encontramos una gran roca en la que la curiosa erosión había permitido que el agua de lluvia se almacenase y en la que pudimos saciar la sed, y con un poco más de dificultad, debido a su difícil acceso, también el sediento Raid.

No hay que dudar que en ese momento, esa agua sabía como la más refrescante del mundo.

Los últimos metros de ascensión, debido al gran tamaño de las rocas se prometía casi imposible para nuestro peludo compañero, por lo que decidimos rodearlo como pudiéramos, cosa que conseguimos siguiendo los pequeños senderos labrados en la pronunciada pendiente a golpe de pezuñas de nuestros ágiles y escurridizos amigos.

De nuevo, las piedras sueltas que caían hacían concentrarse y asegurar los puntos de apoyo necesarios a cada paso, para no acabar unos cientos de metros más abajo y con las caricias de tres docenas de afiladas rocas.

Finalmente pudimos comprobar que el collado al que debíamos descender apenas significaba unos treinta metros ( a pesar de todo la cosa no había salido tan mal)
Pic del Infern desde el Collado de Serra mitjana.
Así llegamos al collado formado por una fina cresta que separa los lagos de comamitjana de los lagos de la coma de l´infern.

Mirando hacia el collado que separa el Bastiments del Pic de l´Infern se observan un grupo de excursionistas que se dirigen por la frecuentada ruta fronteriza. Y una vez más nos alegramos de tener la posibilidad de llegar por la cresta francesa, frecuentada únicamente por isards y por, de vez en cuando, algún que otro excursionista con ganas de rizar el rizo.

Así que iniciamos el asalto final al pico por el margen izquierdo de la cresta, puesto que el acantilado de la derecha no permitía otra opción.

A estas alturas, el cansancio de las piernas ya hace mella pero el ver la meta tan cercana es un dopante de gran eficacia.
Cima Pic del Infern
12.15h Pic de l ´Infern (2.869mts)
Alcanzamos jadeantes la ansiada cima, desde donde podemos comprobar la ascensión realizada y el gran circo de picos que rodean la Vall de Nuria, desde el lejano Puigmal, al Torreneules, así como el escondido estanque negro y azul al oeste pegados a la pronunciada pendiente del lado francés.
Lagos de Carançà y la serra mitjana desde el Pic del Infern
Pero todo tiene su fin y decidimos descender por uno de los dos frecuentados caminos que bajan casi en línea recta hacia el conocido GR11 en la ya ladera catalana. En el cruce hay un refugio circular cuya entrada esta formada por un pasadizo estrecho de poco más de medio metro cuadrado que conduce después de dos metros a una puerta de acero que da paso a su interior, repleto de plásticos para protegerse del frio a 2.780 m.

Continuamos el descenso por el GR11 avanzando por una verde ladera, bañada por incontables riachuelos que bajan de las cercanas cimas, hasta el cruce marcado por una piedra con el camino que se dirige al refugio de Coma de Vaca hacia el sur y a partir de ahí, ascendemos un poco hasta el Coll de la Marrana, son las 13.20h

14.00h Vallter 2000 y de nuevo por el GR11 hasta el Aixopluc dels Isards para recoger el pienso del perro y de ahí a al furgo que esperaba impaciente y que no quiso hacerse de rogar y arrancó a la primera 14.50h

Fue una rápida vuelta a casa solo interrumpida por algún que otro intento de llamada sin cobertura y motivado por la decisión de pedir cuantas más pizzas mejor en el primer pueblo que encontrásemos.
Este codiciado premio se hizo esperar hasta Castelldefels puesto que en Ripoll no se han enterado que existen las pizzerías o nosotros no fuimos capaces de encontrarlas.
PD: En el regreso, el piloto Jesus, hizo una entrada triunfal a Barcelona, con la furgona casi a dos ruedas, en la salida a la Meridiana . Por suerte sin mayores incidentes que ver pasar tu vida entre los quitamiedos del arcén!!!
Refugio de Ribes Altes.


GRACIAS XAVALÍN POR TANTOS MOMENTOS!!

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