Rumbo a Sevilla 1.100km(del 5 al 12 de Agosto del 2003)

La experiencia de hacía unos años ( Nuestro peculiar Camino de Santiago del año 2000), nos llevó a planificar una nueva ruta.
El pasado año, Raúl, Richi y otros compañeros, se escaparon a hacer el camino de Santiago del Norte y yo causé baja por hacer un mortal en una fuerte bajada, por encima de la bici y sin pretenderlo.

Pero este año no se me iban a escapar...

Las propuestas podían ser muchas, pero finalmente se eligió como destino Sevilla (a más de 1.100km).
Mapa de ruta con las etapas marcadas.

El reto ya estaba encima de la mesa.
Pero esta ocasión no circularíamos por caminos, rodaríamos por asfalto para hacer bajar rápidamente los kms y acercarnos a nuestra meta lo antes posible.

Esto era más una carrera que una excursión!!!

Los Calle se habían puesto serios, ni desvios a por dinosaurios en La Rioja, ni tonterias!!!
La Btt se quedaba en casa, en esta ocasión quemaríamos las ruedas de la bici de carretera.
La Planificación, equivocada o no, fue básicamente la siguiente: ahorrar el transporte de la mayoría de trastos que paseamos por el Camino de Santiago y que prácticamente no utilizamos, el resto, era dar pedales.

Llevaríamos lo mínimo para sobrevivir pero siempre intentando ser autosuficientes, la bici, una triste colchoneta de 20 duros inflable para dormir, el hornillo y la olla para comer ,un par de mudas de ropa, las chanclas (básico para el descanso), una multiusos y reparapinchazos, punto!

Lo que fuera haciendo falta como comida y cosas varias lo compraríamos sobre la marcha, cada gramo de más sobraba y retenía el avance.
Pero como no, pasaríamos con el mínimo gasto posible, (como dice Raúl) bajarían los kms pero no la cuenta de la tarjeta de crédito que en esos tiempos estaba más seca que de costumbre ( y además, somos unas ratas!!).

DIA 1
Foto en La Pava
Así salimos, a las 9.30h de Gavà dirección Tarragona, ligeros de todo y con hambre de kms.
En 8 dias teníamos nuestro vuelo de regreso de Sevilla a Barcelona comprado.
Se iniciaba nuestra carrera contra el crono!!!

Un amigo de los Calle (Jesús) nos acompañó hasta Calafell y ya comentó que al ritmo que salíamos( sin reservanos nada) atravesando las costas del Garraf, nos agotaríamos en dos dias.
Arc de Barà.

Rodábamos con las ganas a tope y por la carretera, con esas ganas, esta bici de ruedas finas vuela!!
Los kms pasan con rapidez y poco a poco nos alejábamos de casa.

A la 13h llegamos a Tarragona, donde paramos en un parque cerca de mi Universidad Rovira i Virgili, a comer algo de pasta y probar de hacer una siesta a la sombra de unos árboles para reponer un poco las fuerzas.
A las 17h partíamos de nuevo por la N-340, muy transitada, hasta Miami Beach donde nos remojamos del calor con un buen baño en la playa, es lo que tiene viajar cerca de la costa!!.

Cumplidas las 21h y con 150kms ya recorridos, decidimos parar en un parque, que tocaba a la carretera, en El Perelló.
Como cena nos hicimos unos bocatas de atún y caballa y nos preparamos para hacer noche sobre unos tristes bancos pero eso sí, con vistas a las estrellas.
La primera noche al raso no fué del todo mal, a pesar de que la colchoneta de plástico se te pegaba al cuerpo por el calor y que recibimos la visita de la policia sobre las 4.00h, pero decidieron no molestarnos demasiado.

DIA 2

Nuestro campamento en El Perelló.

Nos levantamos a las 8.00h y al poco rato estabamos de nuevo en ruta.
A las 9.40h llegamos a Amposta cruzando el río Ebro, por un cauce mucho más bajo que durante el Camino de Santiago, menuda anchura!!

Habiendo hecho ya hambre para el desayuno, lo adquirimos en un super tras discutir con una alterada señorita por el turno en la cola, (se ve que no teníamos muy buenas pintas como para dejarnos pasar ).
Proseguimos, abandonando ya Catalunya y entrando en Castellón, hacia Peñíscola donde no pudimos resistir la tentación de desviarnos de la nacional para darnos un chapuzón . (Con el calor que hacía no era necesario pedirlo dos veces!!)
Bañito en Peñíscola.
Tras reponer fuerzas a base de espaguetis (como no!), regresamos a la N-340, pasando Torreblanca y Benicassim .

Cruzamos Castellón y finalmente llegamos a Vila-real a las 20.00h, habiendo realizado en total 175km.

Después de comprar víveres en un Lidl para la cena y de hacerle una visita al campo de futbol, empezaba a anochecer, por lo que que había que buscar cuanto antes un lugar donde poder dormir.
Probamos por la zona de la Universidad, pero estaba todo demasiado ajardinado y cuidado para la acampada de unos vagabundos (sin llamar la atención), así que ya casi de noche, acabamos en un parque de una zona de las afueras, abandonado y lleno de arbustos.
No tenía muy buena pinta pero era ya oscuro y sólo había que tumbarse y descansar. (Y esperar no tener problemas, claro!).

DIA 3

A las 7.45h ya estábamos en pie y tras desayunar yogurt con galletas y de alinear una rueda que rozaba, iniciamos la jornada.

Pasamos Nules, Sagunto y llegamos a Valencia, donde por fín abandonaríamos la transitada carretera del litoral y nos introduciríamos en la península por la N-322.

En Paterna, compramos las provisiones para el resto del día, que volviéron a ser espaguetis para la comida y pastitas varias para calmar a los "gulas"(el cuerpo pedía azúcar!!).

A la 13.20h paramos para comer en el parque de un pequeño pueblo de la nacional , donde la gente se nos quedaba mirando al pasar por las pintas que debíamos hacer, con la olla hirviendo en mitad del parque y en traje ciclista, "los hippies"!!.

Después de reposar bien la comida y descansar un poco, a las 16.30h decidimos proseguir con mucho menos tráfico ya, al alejarnos de Valencia.
Ahora por fín la carretera empezaba a ser nuestra!

Entonces sufrimos el primer pinchazo del viaje y la comprobación del mal estado de una de nuestras llantas que no aguantaría muchos kms más.
A las 17.45h pasamos por Chivas, cerca del circuito de Cheste, buscando un taller de bicis que no encontramos y entonces afrontamos un pequeño puerto de apenas 4km pero suficiente para motivar el primer pique interesante del viaje.
Raúl parecía andar más justo de fuerzas, en esta ocasión no sería yo el coche escoba, jeje!.

Superado el puerto, y pasadas las 20.00h, llegamos a Requena, donde hicimos las compras para la cena y decidimos pasar la noche en un parque solitario con fuente, en vistas a que por la mañana abrirían el único taller de bicis que había en muchos kms.
Hoy habíamos recorrido 161km.

DIA 4

A parte de un poco de viento y alguna incómoda lata haciendo ruido, no dormimos mal .

Nos levantamos sobre las 8.30h, tras desayunar, de nuevo, yogurt con galletas y de asearnos un poco en una gasolinera cercana (que buena falta nos hacía), hicimos tiempo hasta las 10h, dando una vuelta por Requena, para que abrieran el taller de bicis.

En la tienda de bicis fuímos atendidos muy amablemente por el simpático y amable dueño, que por 25 euros cambió nuestra llanta y nos solucionó el problema, ahora a seguir!.

Tienda de bicis en Requena, saludos al jefe!

Ya sin tráfico de coches, y después de una inacabable recta, afrontamos el siguiente puerto de 8km por la N-322, que yo ascendí un poco más adelantado, al encontrarme pletórico de energía.

Cruzamos el Valle del río Cabriel (uno de los ríos mejor conservados de España)por Villatoya, dejando la Comunidad Valenciana y entramos ahora en tierras castellanas.

La carretera serpenteaba ganando de nuevo altura entre bosques, hasta que de repente el paisaje cambió, se nos abría, ante nosotros, una inmensa y desolada llanura de rectas interminables.

Estábamos cruzando un buen pedazo de La Mancha y el calor, como no, se hacía notar!

Llegamos a Albacete y aprovechamos para darnos un baño en una fuente ornamental, sin pensar demasiado en los curiosos, o como dice Raúl, jugándonos una multa por incivismo, pero es que el calor apretaba lo suyo!!

Nuestra piscina de Albacete.
A las 14:20h llegamos a Mahora, donde repetimos los espaguetis, esta vez al menos con huevo duro para hecharle algo más consistente al estómago.

Poco tardamos en subirnos a las bicis, abandonando ya la meseta castellana y recorriendo una carretera tranquila pero plagada de bichos que te golpeaban por la cara y el cuerpo, cruzamos el río Júcar y la carretera siempre tiraba un poco hacia arriba .

El ritmo de carrera sumado al fuerte calor, hacía que el agua se consumiese rápidamente y al estar demasiado lejos de cualquier pueblo, tuvimos que introducirnos, en una ocasión, a hurtadillas en una casa de campo por una ventana, para rellenar los botellinis vacíos y calientes de las bicis. (Estábamos ya totalmente secos y desesperados).

Pasado Bazalota, la carretera empezaba a serpentear un poco y volvía a subir, pedaleábamos por una vía totalmente desierta que apenas cruzaba pequeñas aldeas por lo que, pasadas las 21.30h y ya casi sin luz, decidimos detener la ascensión para hacer noche de acampada cerca de un riachuelo, en un bosque cercano.
Habíamos recorrido 172km y estábamos por las proximidades de El Cubillo.


DIA 5

Nuestro campamento en el bosque, cerca de El Cubillo.
No dormimos muy cómodos en mitad del bosque, con tanto bicho y escasez de agua potable, así que a las 8:30h ya estábamos encima de la bici, para descubrir que en 4km llegábamos a una fuente que buena falta nos había hecho la noche anterior.

Tras acabar de superar el Puerto de los Pocicos(1058m) volvimos a las tierras yermas y desarboladas, y en 35km más, abandonamos Castilla la Mancha y entramos, por fín, en Andalucía.
Nuestra última Comunidad Autónoma, ahora la meta estaba más cerca.
A las 12.30h llegamos a Arroyo del Ojanco donde nos atiborramos de galletas para proseguir nuestro camino, rodeados de inacabables campos de olivos y pasando por Villanueva del Arzobispo, muy cerca de la Sierra de Cazorla.

A las 14h el sol era ya insoportable, por lo que decidimos parar, a la sombra de uno de los muchos olivos, a hacer una siesta y descansar un poco del abrasante sol.

Poca siesta pudimos hacer entre el bochorno y las moscas que había, decansamos un poco y
en una hora proseguimos hacia Úbeda, donde hambrientos de dulce, asaltamos la sección de bollería de un super.

Con las pilas recargadas, dejamos la N.322 que tenía ahora mucho tráfico y tomamos una carretera secundaria, la 316 dirección Jaén, desviándonos un poco al sur de la ruta hacia Córdoba y buscando más tranquilidad de coches.

Tras pasar Baeza, cruzamos el cauce del río que significaba nuestra línea de meta, pero todavía unos cuantos kms más abajo, El Guadalquivir.

Finalmente llegamos a Jaén a las 21.15h apurando el día.

Encontramos un parque no demasiado tranquilo y con pendiente, donde sin muchos miramientos, decidimos dormir entre cuatro arbustos y sin cenar.
Nos sentíamos ya auténticos vagabundos ( a estas alturas nos importaba poco el qué diran, sólo había que descansar y con tumbarse había suficiente).

Además, hoy habíamos recorrido 200km, nuetra etapa más larga.


DIA 6

Tras una noche en que nos comieron los mosquitos, nos levantamos a las 8:00h y aprovechamos para ascender al Castillo de Santa Catalina de Jaén con unas vistas magníficas de la ciudad y los alrededores.
Ascenso al que no parecían encontrar justificación mis compañeros, (aquí no hemos venido de turismo!!, cada km de más sobraba y más si era cuesta arriba!!.)
Vistas de Jaén y su Catedral desde el Parador Castillo de Santa Catalina, merecía la pena!!.

Así que, con la meta ya próxima, a las 11h salimos dirección Córdoba ya sin paradas, excepto en un pequeño pueblo, Villanueva creo recordar(ni me dió tiempo a apuntarlo), donde nos permitímos el primer lujo del viaje, parando en un bar a degustar una "triste tortilla".

Escaso premio para llevar ya 6 días dando pedales en pleno Agosto, pero el cuerpo se acostumbra a la vida humilde y dura del camino, así que saboreamos nuestro más que merecido premio y a seguir.

En una jornada de agónica contrarreloj, pasamos Córdoba dirección Palma del Río, donde nos deviamos hacia La Puebla de los Infantes (20.00h), lugar en el que nos esperaban unos parientes de los hermanos Calle, que nos obsequiaron con una generosa cena más un relajante baño en su piscina . Habíamos recorrido 180km.

Era extraño sentirse, de repente, con tanto lujo después de las privaciones de la carretera, sentarse para comer en una mesa con comida variada y sobrada, bañarte en una piscina, ducharte y dormir luego en una cama con sábanas.

DIA 7

A las 8.15h estábamos en pie, desayunamos pan con embutido y fuimos con las bicis a ver La Copa del Rey de triatlón que se celebraba en los alrededores, en Posadas creo recordar.

Raúl y Richi querían quedarse allí con la familia, para hacer los últimos kms hasta Sevilla mañana, pero yo no tenía que cumplir con nadie, las piernas se habían acostumbrado a rodar sin parar y sólo pararían para llegar a casa.
Por lo que decidí hacer los kms que quedaban hasta el aeropuerto ese mismo día, para ver si tenía suerte y encontraba un vuelo de esos de última hora hacia barcelona.

Así, a partir de aquí (12:00h)continué en solitario dirección Carmona y hacia el aeropuerto de Sevilla.

La jornada se me hizo muy dura, rodando sin compañía con mucho calor y con fuerte viento en contra, circulaba agónicamnete a 20km/h como máximo.
Pero finalmente a las 17h llegué al aeropuerto, habiendo recorrido en el día 110km.

No tuve suerte con "los económicos viajes de última hora", así que me quedaba en Sevilla.
Tras atiborrarme de toda la comida que me apeteció, me dispuse a pasar la noche, un poco miserablemente, entre unos bancos dentro del aeropuerto .
A las 00.00h, los de seguridad me echaron del aeropuerto como a un perro, para pasar finalmente la noche un poco más miserablemente en el césped del parking de fuera , acompañado de un extranjero que corrió la misma suerte que yo.

DIA 8

Al día siguiente quedé con Raúl y Richi en vernos a pies de la Giralda.

Yo llegué temprano y prontó empecé a sufrir el bochorno del mes de agosto en Sevilla, ni en la sombra de los numerosos frondosos y bonitos parques de la ciudad se estaba a gusto, el calor era insoportable.
A pies de la Giralda, nuestra meta.
Así, cuando llegó la hora, nos reunimos de nuevo los tres y recorrimos Sevilla y lo que quedaba, tristemente abandonado, de la Expo, a casi 50ºC.

Al acabar el día, pensamos que quizá sería buena idea pasar la noche en la Ribera del Río Guadalquivir, cerca del Puente de Triana con el "ambientillo" que había y viendo pasar los barcos de fiesta.
Pero ese lugar, muy frecuentado durante el día, se queda desierto y peligroso de noche.

Al abrir los ojos por un ruido en mitad de la noche, descubrí a un tío que estaba registrando la bolsa que yo hacía servir de almohada y que contenía mi billete de regreso, además del poco dinero que llevaba.

El grito que pegué debió asustarlo a él también, porque salío corriendo con mi bolsa perseguido por mí descalzo y pegando gritos. En unos 50 metros soltó la bolsa, que pude recuperar intacta y regresé hacia donde estaban mis alarmados compañeros.
Nos dimos cuenta entonces que el ladronzuelo no trabajaba sólo y que estábamos siendo rodeados por un grupo de unos ocho o nueve más.
Al regresar el huído, con el amor propio herido delante de sus compañeros de fechorías, se pusieron las cosas realmente feas.
Nosotros, descalzos y desarmados( excepto Raúl que tenía la pitón de atar la bici en la mano) estábamos rodeados.

El ladronzuelo, con una botella en la mano, me dijo algo tan bonito como: te voy a partir la cabesa!!
Como pude me protegí de los botellazos que intentaba darme empujándolo desesperadamente y chillando POLICÍA, POLICÍA!!
Facturando nuestro "equipaje".
Finalmente, viendo que poco sacarían de nosotros con facilidad y con el escándalo que estábamos armando, decidieron, por suerte, retirarse.
A mí, a parte del susto, me quedó como recuerdo una buena brecha abierta en la ceja.

La policía que pronto apareció, nos acompañó al hospital donde me cosieron (muy a mi pesar sin anestesia) los puntos en la ceja y tras hacer la denuncia pertinente, decidimos abandonar Sevilla cuanto antes.
Los tres ya de regreso y yo con las gafas para disimular un poco el ojo.
Habiendo amanecido ya, pasamos por unas barriadas en las que la gente nos aconsejaba ni probar de entrar con las bicis para evitar problemas(no veas como estaba el patio por aquí!).
Recuerdo ver un super a 30 metros y darnos media vuelta, no digo más!!
A la salida del camping.
Por lo que decidimos ir directos a algún sitio más seguro, dirigiéndonos a un camping cercano al aeropuerto.
Así, disfrutando de la caldosa agua de la piscina y alojados lujosamente en un Bungalow con baño y todo, pasamos, tranquilamente y sin arriesgarnos a más incidentes, nuestras últimas horas en Sevilla antes de coger el vuelo de regreso a casa.
Los grandes hermanos Calle, dentro de nuestro bungalow de Sevilla.

Cumplimos así, nuestra inolvidable ruta a golpe de pedal, cruzando la península en pleno mes de agosto y haciendo las paradas justas para reponer las energías de los fatigados músculos.

Es curioso darse cuenta de lo que te van endureciendo las jornadas y de lo poco que te hace falta para seguir, lo más importante el agua, (aunque sea caliente), algo de comida y a pedalear...


"Con este calor, el aire abrasa, el asfalto se derrite y al caliente botellín de agua se le multiplican los agujeros"

8 comentarios:

  1. Que gran aventura. Me hubiera hecho mucha ilusión compartir con vosotros esas cosas buenas y malas.

    Y también quiero destacar todo el ejercicio físico hicísteis. Creo que por fechas y ese calor debía ser lo más parecido a formar parte de un pelotón escapado en un tour de Francia.

    Felicidades!

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  2. Que bonitos recuerdos... me he reído mucho!!!

    Saludos

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  3. Espectacular porque son días que no se olvidan nunca , JAMÁS...

    Muchas gracias por la crónica, vale mucho más que dinero... pa cuando crezcan las niñas y se hagan una idea de lo inútiles que son sus padres... de las pocas preocupaciones que tenían para poder montar un viaje semejante... Nunca nadie podrá entender lo bien que lo pasamos porque sólo nosotros los vivimos.

    Un abrazo, Raúl.

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  4. Sí Toni, calor y calor, pero en buena compañía se soporta mejor, tú ya lo sabes!!!

    Raúl y Richi, me alegro que os guste como queda.
    Lástima que la cantidad de cosas que se viven en esos días no caben en una simple crónica, pero "que nos quiten lo bailao".
    Y puede Raúl, que nos queda todavía algo por bailar,hay que buscar huecos, con el permiso de las niñas claro!!
    Un abrazo!

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  5. Que grande! Impresionante la hazaña. Sólo espero que el incidente de Sevilla no empañase el recuerdo de la experiencia ni la imagen de la ciudad.

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  6. Como ponga yo fotos de la ruta del norte "sus vai a enterá"!!!

    Nuestros años mozos...

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  7. Me encantaría ver las fotos del viaje del Norte,(ya que no pude ir) espero noticias...

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  8. Kordo,cuando sales te expones a lo bueno y a lo malo. Hay que aceptarlo como viene y es parte de la experiencia.
    De todo se aprende!!

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