CAVALLS DEL VENT 29/08/2011

Llevo unas cuatro horas corriendo a buen ritmo,  disfrutando por estos conocidos paisajes y participando en mi segunda Cavalls del Vent en solitario.

Vista desde Comafloriu.

Iniciando mi ruta,  con la primera luz del día, esta vez desde  el Refugi del Rebost (1.640m) a las 7:10h, he pasado ya por tres refugios más.  Después de un buen tramo de subida,    primero paso por el Refugi de Pic de L Áliga  (2.510m) en 1:10h .
Tras  pasar por Coll de Jou (2.021m)y superar  les Penyes altes (2.279m, acordándome de la excursión con la campeona Alida), bajada  muy rápida hasta Serrat de les Esposes (1.511m) en 2:45h.

Bien ganada cima de Les Penyes Altes.

En la siguiente etapa, tuve  un pequeño despiste al pasarme un desvío por ir bastante mas rápido que el año anterior en plena pájara. Seguí subiendo cuando tocaba bajar  y dí un poco de vuelta (con un pelín de nervios), pero más adelante pude enlazar con otra pista  que también bajaba hasta el refugio de Cortals (3:30h).

He perdido un poco de tiempo pero los ánimos  están a tope!!

Descenso de la Tosa


Tras recargar agua, salí del Refugi dels Cortals (1.610m)dirección al Coll de Vimboca (1.848m).

En un tramo cerrado de ascenso,  alcanzo a  unos excursionistas que se han desviado del mejor camino  y les indico el correcto. Sigo progresando a buen ritmo y de pronto, ascendiendo por el escarpado torrente, mis piernas dicen basta.

No me encuentro mareado como el año anterior al pasar por aquí, sencillamente siento las piernas vacías y me noto exhausto .

Llevo estas cuatro horas de ruta y la sensación  es que no puedo más.  Paro a tomar un poco de aire y repaso mentalmente buscando explicaciones a como me encuentro:

La verdad es que hace muy pocos días del gran esfuerzo de la Carros de Foc con Jesús, pero el próximo mes de Septiembre lo tenía bastante complicado para probar de hacerla. Y  este verano, debido a pequeños pero continuos esguinces, no he podido entrenar tanto como quería y quizá, también he empezado la ruta  con demasiadas ganas para las fuerzas que había. Consciente de eso, decidí partir esta vez desde el Refugio del Rebost para partir en dos partes la temida milla vertical hasta Niu de l Àliga. Ahora, sé que me quedan 2/3 del recorrido por delante y no me veo  capaz ni de superar el siguiente collado. Este es mi estado!!

Estoy también cerca del Coll de Pendis, desde aquí podría bajar por la zona dels Empedrats y en menos de dos horas estaría descansando en el camping de Bagà, donde estamos alojados con la familia Rocandio y otra vez será.

Pienso las opciones y..... decididamente no quiero abandonar, al menos todavía no, decido seguir.

Me espera así, una lenta hora de penoso avance , ascendiendo a la Roca de la Moixa y el Cap de Pradell de 2.210m alejándome e intentando no mirar atrás,  del cruce con la posible retirada.





Mientras avanzo por la cresta, densas nubes me impiden  ver la cima del Comabona. 

Paso junto  una pareja y cruzamos unas palabras, les pregunto cómo les va?? Me contestan que bien mientras no llueva. Yo les contesto que igual aquí no, pero más adelante parece  que sí  y qué más da, si he decidido seguir!!

Poco a poco me voy sintiendo algo mejor, me da igual si empieza a llover o no, que esté profundamente cansado, estoy contento de poder seguir, de continuar disfrutando de estas montañas, estoy haciendo lo que me gusta, a pesar de sentirme demasiado agotado para todo lo que me queda.

Paso por el pequeño Collet de les vaques(2.187m) y más adelante, ahí frente tengo la cara del gigante  que tanto me gusta.



Qué caprichos tiene la naturaleza!, por unos instantes, puedo ver perfectamente el perfil de su rostro, la frente, el ojo, la nariz,  incluso los labios. Pienso que es un lujo poder disfrutar de esto,  poder contemplar estos "pequeños inmensos detalles" y poco  poco me voy encontrando algo mejor.

Vuelvo a  trotar de nuevo, llevo 5h y  ahora bajaré hacia el Pla de les Creus para continuar esta larga etapa hasta el siguiente refugio, el Prat d Aguiló (2.010m).


Esta parte del recorrido me encanta especialmente, no se escucha nada, no hay nadie y tú avanzas, eso me anima un poco más.

Tras disfrutar de este bonito y solitario tramo y superar  una corta subida, llego al refugio (2.010m) y ficho, llevo 5h45´ y ahora toca un duro y pedregoso ascenso hacia el Pas dels Gosolans (2.430m).


Me la tomo con calma pero intentando mantener el esfuerzo, además el cielo está bastante tapado y eso va a mi favor.
Allá arriba, como siempre, los buitres como única compañía.


Hago el Pas dels Gosolans de 2.430m y empiezo a trotar pesadamente recorriendo la Serra Pedregosa,    paso frente  una enorme manada de caballos que me siguen lentamente con la mirada.



Es un  inmensa y elevada zona  de  pastos y piedras con vistas  a la Torre del Cadí, mi paso es muy lento pero me esfuerzo en seguir trotando.



Superada esta zona, empiezo el largo descenso hacia la ladera del Pedraforca, puedo ver desde muy lejos la larga pista  que me llevará al  Refugio Lluis Estasen (1.640m)al final a la izquierda, pero está todavía muy  abajo.



El largo descenso me va castigando poco a poco por fuera la rodilla derecha, pero es rápido y alcanzo la pista en poco tiempo, ahora el terreno será muy cómodo hasta el Estasen.

 Paro  en un pequeña cascada para llenar un poco de agua y recibo una llamada, es de trabajo, pronto tocará la vuelta a  la realidad. Pero todavía estoy aquí!!

El dolor de rodilla va a  más y más al alargar la zancada corriendo por la pista, al final tengo que parar y opto por probar de ponerme una cinta que llevo en la mochila.

Con la presión el dolor aumenta, me la quito al instante y sigo, pero el dolor no me deja correr.

Vuelvo a  parar. Miro para adelante repasando mentalmente lo que llevo y lo que me queda, llevo 7h20´y casi llegando a  los 50 kms. He llegado aquí con el tiempo que esperaba pero, todavía queda demasiado,  serían otras 5 h, superando  cuatro descensos y cuatro ascensos más. Pero 5h si pudiese mantener el ritmo que llevo , con esta rodilla eso ahora es  imposible!!.

Pienso en llamar para que me vengan  buscar en coche al Estasen  por la pista de Saldes, será lo más razonable!!, llevo ya horas arrastrándo demasiada sensación de cansancio y la rodilla ahora se niega a  correr.

Pienso  que lo he intentado, que lo importante es que me he sentido con fuerzas para salir y he podido disfrutar hasta aquí, no ha estado nada mal, pero llegó la hora de rendirse.  Al instante, también pienso que, tal como se han puesto las cosas, sería muy bonito para mí intentar acabar, no importa tanto el tiempo, sino sencillamente, luchar por acabar.

Sigo caminando y subo por los escalones de raíces hasta el Estasen, donde saludo al guarda, ficho y recargo  a tope de agua, ( al hacerlo sé que he decidido seguir) llevo 7:30h.

Ahora, me enfrento a una verdadera trialera.  Empiezo a descender, corriendo está claro que no puedo, pero caminando compruebo como el dolor se hace más llevadero  y en unos 45´ y, tras un poco de subida final,  completo esta corta etapa y llego al Refugi del Gresolet(1.275m).


El año pasado tardé menos de media hora en hacer este tramo, está claro que iré perdiendo tiempo en las bajadas pero se llega abajo igual, es cuestión de que el dolor no vaya a más para poder aguantar los tres descensos que ahora ya "sólo"quedan.

En  el corto tramo de subida, también he comprobado como la rodilla no me molesta, sólo duele bajando y sólo si corro, quiero seguir, y ahora encima veo posibilidades de acabar!!.

Tras volver  a recargar agua, ya no pararé de beber!!  inicio el ascenso por un precioso y tapado hayedo hasta el coll de Bauma .




En la subida la rodilla no duele,  pero ahora la lucha vuelve contra la gran sensación de cansancio que llevo arrastrando desde hace  más de  cuatro horas , por suerte, aquí no me castiga el sol, es cuestión de encontrar un ritmo cómodo e ir restando metros.

Alcanzo el Coll de Bauma (1.577m) y ahora volverá el dolor porque toca bajar!!

Tengo que descender, primero  en un zona con poca inclinación hasta el Coll de Bena, donde  avanzo muy despacio,  me molesta mucho más en las bajadas suaves al tratar inconscientemente de aumentar la velocidad, luego el descenso se vuelve más estrecho y pronunciado, sólo bajar ya cuenta!!.

Me doy cuenta de cómo  se desciende caminando rápido, haciendo sufrir menos las piernas pero avanzando igual,  pierdo alrededor de 30 minutos en este largo descenso pero igualmente llego al punto más bajo de la travesía (910m) Cal Cerdanyola, y ahora ya queda mucho menos!!.

El dolor es bastante aguantable pero debo tratar de mantener la pierna bien estirada y un poco abierta al levantarla hacia adelante para que no vaya  más.

Llegando a Cal Cerdanyola, hay una corta trialera de piedras sueltas y vigilando mucho los pasos de mi pie derecho, descuido el izquierdo y piso mal una piedra inestable   que casi me hace rodar por el suelo. Gracias al ¨tape¨ que me hice en ambos tobillos no será grave, pero me he forzado a   base de bien el tobillo izquierdo y duele, un cosa más y a  seguir.

Vuelvo a  recargar agua e inicio la subida por el Empedrats, este trecho me lo conozco muy bien, por eso, la subida se me hace tremendamente   larga, voy muy cansado y mi paso subiendo es bastante más  lento de lo que esperaba.  Tras 1h05h de sufrir más de la cuenta, llego al Refugi de Sant Jordi (1.565m) y ficho, llevo algo más de 11h.

Sólo queda un tramo no muy largo de descenso hasta Cal Escriu (1.310m), para remontar luego el Coll de Escriu (1.509m) y  la ultima larga bajada de unos 500 metros de desnivel  hasta el cruce con la carretera de Coll de Pal (1000m). Ahí, se acabarán los descensos, "sólo" quedará  una larga pero última subida a meta, el Refugi del Rebost (1.640m).

Me doy cuenta de que hago las cuentas según las bajadas que me quedan!!

Intento comer algo, pero ahora me cuesta horrores tragar hasta el más pequeño bocado, me acuerdo de Naia, (la  hija de Jordi y Alida) con los cachetes inflados tratando de no tragar unos tortellinis, si no quiere entrar no entra!!

En el descenso, caminando lo más rápido que puedo, noto un creciente escozor en la espalda donde  la mochila    está abriendo brecha con el "va y ven" raro que llevo, pero pronto  llego al inicio de la subida a Coll de Escriu . Es un corta y arbolada subida que no parece llevarte   a ninguna parte, porque  luego habrá que volver a descender lo subido, y encima, aunque  corto,  se me está haciendo  realmente duro.

Magnífico bosque de ascenso a Coll Escriu

Superado por fin el Coll d´Escriu (1.509m), me queda la última bajada. Se cómo debo descender  y voy restando metros con mi extraño estilo,(soy un verdadero cuadro!!) camino todo lo rápido que puedo  dando zancadas largas, la pierna derecha bien estirada y más abierta al avanzar y las piernas más separadas entre sí de la cuenta  porque parece que mi singular paso me está provocando  también rozaduras en partes más íntimas.

Con 12:20h, llego por fín al río (1.000m) después de cruzar la carretera de  Coll de Pal, ahora sí se acabaron los descensos!! Sólo queda la última subida hasta el Rebost.

Lleno  a tope la bolsa de agua de la mochila  en el rio y  empiezo  a restar metros de esos 640m de desnivel que hay que subir. Con este tiempo, el año pasado me quedaban tan sólo 5 minutos para acabar en el Estasen y encima eran de bajada, ahora es otro cantar. Pero veo que tampoco estoy tan lejos de ese tiempo para el castigo que llevo encima!!.

Sólo hay que seguir subiendo, divido mentalmente en tramos la subida para intentar que no se me haga tan larga. Va descendiendo poco a poco la luz y estoy   agotando  las últimas fuerzas. Pero cae el primer bocado, La Casa Millarés (1.230m) .

Cojo un rama para ayudarme un poco ahora que la pendiente se vuelve mas dura, pero al rato la vuelvo a  dejar.

Sigo subiendo con la poca luz que queda, casi no veo el suelo en las zonas mas densas de vegetación pero, el sendero es siempre el que sube más y más recto, no hay pérdida, hay que seguir recto y hacia arriba.

De pronto, llego al segundo cruce con la carretera (1.420m), este tramo me ha pasado bastante rápido  y ya queda muy poco. Sólo el último bocado!! Me animo y sigo restando metros de esta agónica y última subida hasta en pocos minutos encontrar  el esperado letrero que me llevará directamente al Rebost (1.640m).

Son apenas unos 100m llanos, empiezo a trotar pero la rodilla me dice que pare al instante y finalmente caminando llego igual.

Con la ultima claridad del día (son las 20:40h), entro en el Rebost y puedo decir: Ya estoy aquí!!

Total 13:31h

Hay gente cenando en el refugio y me preguntan si llueve, voy completamente empapado y sólo puedo decirles: es que vengo de muy lejos!!

Estoy totalmente agotado, tengo hasta temblores pero me siento muy contento de mí mismo,  he tenido muchas cosas en contra pero he podido aguantar, quería acabar y he logrado acabar mi segunda Cavalls del Vent.

Pero en  esta ocasión he sufrido mucho más, mis temblores y mis ojos profundamente hundidos así lo demuestran y por eso,  la valoraré   un poquito  más que la primera.

Ha sido un final de mes de Agosto intenso y apasionante, sumándole  la ya inolvidable Carros de Foc con Jesús.

Ahora, toca por fin descansar, han sido dos grandes esfuerzos en  nueve días y creo que me he ganado un buen descanso, pero se que la montaña me volverá a llamar y la verdad es que espero que sea pronto!!

CARROS DE FOC 20/08/2011

No hay nada como tener un buen reto cuando llegan las vacaciones.

Y nada mejor que aventurarnos a uno de los grandes desafíos de nuestras montañas  en la mejor compañía posible.

Jesús y yo, decidimos tirarnos de cabeza al intento de conseguir realizar la travesía de la Carros de Foc en menos de 24h, o como por aquí llaman, conseguir ser un Skyrunner.

La Carros de Foc, mucha gente la conoce, pues tiene una gran tradición e historia; recorrer 9 de los refugios del Parque Nacional de Aigües Tortes a través de un espectacular paisaje de alta montaña  rodeando preciosos  lagos y salvando altos y escarpados collados.

Serán unos 65 kms ( o yo diría que alguno más según elijas por donde completar  la última etapa), aproximadamente10.000m de desnivel acumulado y siempre rondando entre los 1.900 y los 2.800 metros de altitud, a esta altura el esfuerzo se paga!!.

Tras decidir el fin de semana (19-21 de Agosto), subimos a Espot y caminamos hacia nuestro refugio base, el Mallafré, situado a unos 2.000m de altitud y a escasos 10 min del Estany de Sant Maurici.
Siendo yo muy pequeño, mi padre me iniciaba por estos alrededores en la pasión por la montaña. Pasión que no ha dejado de aumentar con los años.

Llegamos así al Refugi Malafré, rozando la hora de la cena, a unas tempranas 19h. El  pequeño refugio era un hervidero de excursionistas.

Durante la cena, pudimos conversar con muchos de nuestros compañeros y comentar mútuas experiencias. Agradecer en gran medida cada uno de los consejos que nos dieron sobre la, para nosotros, desconocida travesía.

Hablando con ellos  nos dábamos cuenta que,  el hecho de no conocer el recorrido, significaría una preocupación constante  para nosotros y para intentar finalizar una ruta ya de por sí bastante larga.

Recibimos un trato inmejorable por parte de las guardas del refugio, en especial de Elena, que significó un derroche de hospitalidad y detalles con nosotros imposibles de agradecer.

Después de un rato de charla, nos dispusimos para dormir en dos colchones que gentilmente nos prepararon encima de las mesas del comedor, debido a un pequeño error nuestro en el día de reserva  y a que el refugio estaba completo.

Tras pocas horas de sueño y mucho que pensar, a las 5:00h nos ponemos en pie para desayunar y preparar nuestro equipo. Elena se encargó de que tuviéramos el desayuno preparado para esa hora, otro detalle más!!

Y así, a las 5:30h, llenos de ilusión y algún temor escondido, salimos iluminados por la ténue luz de nuestros frontales en medio de la total oscuridad, dando nuestros primeros pasos de un recorrido que nos resultaría tan exigente como espectacular.



Nuestra primera etapa, aunque de noche, no presentaba dificultad, (aún así tuvimos unos instantes de dudas al tener que decidir entre dos posibles pistas en el mismo lago) tras la correcta elección, ascendíamos por una  pista desde el Estany de Sant Maurici hacia el Coll de la Ratera de 2.543m, previo paso por el primer refugio de marcaje, Amitges.

El ritmo era bueno, avanzamos envueltos en una oscuridad casi total que nos impedía contemplar el majestuoso paisaje que nos rodeaba, tan solo los relieves de las cimas de los picos, allá arriba, nos hacían una idea de bajo qué montañas nos encontrábamos y nos enfrentábamos.

La pista asciende primero sobre grandes losas de piedra y luego, algo más incómoda, entre piedras más sueltas hasta que en unos 50´ nos encontramos con el Refugio de Amitges.

El refugio se encuentra completamente a oscuras, tan sólo algo de claridad en el segundo piso nos muestra donde podemos sellar.

Con prisas, por mi parte, salimos del refugio para continuar ascendiendo, ganando poco a poco claridad conforme nos vamos acercando a nuestro primer collado de paso, el coll de la Ratera, son las 7:00h y llevamos 1:30h de marcha.


Tras unos intentos frustrados de llamada de Jesús, abandonamos el GR y cogemos el sendero que nos llevará en descenso y pudiendo ya disfrutar mejor de la naturaleza que nos rodea,  hasta toparnos con el refugio Saboredo.



Tuve que esperar a que el guarda acabara unos pormenores y nos hiciera un poco de caso para fichar y salimos, otra vez corriendo, hacia nuestra próxima subida al Coll de Sendrosa.

Durante la  subida, pasamos a dos excursionistas y seguimos a buen ritmo hasta llegar arriba, tanto nuestra ruta como el día avanza y las vistas ya son realmente increíbles, los ánimos siguen a tope y las fuerzas "casi" intactas.




Ahora, siguiendo el buen consejo de Elena, empezamos a descender muy atentos, cogemos el sendero que baja de la derecha y vamos con mucho cuidado para no saltarnos un cruce a la izquierda menos evidente y  no seguir descendiendo.

Encontramos el cruce correcto y seguimos rodeando otro lago con una pequeña isla. Y tras dar un poco de rodeo, al salirnos de la ruta por equivocarnos en otro cruce, llegamos, por suerte  igualmente pero por la parte de atrás, al lago donde se encuentra nuestro tercer refugio, Colomers.


Llegando a Colomers noto un fuerte escozor en un pie, pudiendo comprobar como una inesperada llaga hace su aparición, fichamos, algo de comida, un compeed y a seguir.

Ahora, el siguiente ascenso se va haciendo duro de verdad, ascendemos metros rapidamente en uno de esos collados que no se dejan ver y siempre se encuentran más alejados de lo que parece.  Finalmente y con ya gran esfuerzo, superamos estos 450m de desnivel y llegamos al Port de Caldes.



Esta subida ya ha hecho mella de verdad, tanto las piernas como la respiración van notando el desgaste de este constante sube y baja, llevamos 4horas.

En este collado coincidimos con muchos otros excursionistas que nos animan a nuestro paso para volver a descender hacia otro lago, donde hacemos un pequeño descanso para comer algo, antes de iniciar la siguiente corta subida hasta el Coll de Crestada.

Desde aquí, iniciaremos una etapa psicológicamente dura, descendiendo hacia el Refugio de Restanca, unos 450m más abajo, para volver a ascender por el mismo camino.

La bajada hacia Restanca primero, entre bloques de piedra, no permite correr, llegando a un lago y volviendo a descender  ahora a mejor ritmo, pero pensando siempre en que volveremos a subir en breve por el mismo camino.

Así, llegamos al segundo y más grande lago, a orillas del que se encuentra el refugio de Restanca. Las vistas al lago con la cascada en frente resultan preciosas.


Fichamos y recargamos agua ( son las 10:40h, poco más de 5h) decidiendo tomarnos ahora la ascensión con más calma para superar esta etapa psicológica.


Tras tener que regresar Jesús al refugio , a por sus bidones de agua, (pequeño despiste) iniciamos la subida. El ritmo ahora es más suave pero noto un par de pinchazos en los riñones, esto ya se está haciendo duro de verdad!!.

La subida, a este ritmo más cómodo, se nos hace más llevadera, pronto llegamos al otro lago y tras superar la zona de bloques, alcanzamos de nuevo al Coll de la Crestada.


Una breve parada para tomarnos un gel y recuperar energía e iniciamos una bonita etapa con poco desnivel, rodeando transparentes y pintorescos lagos a muy buen ritmo, donde Jesús me provoca para darnos un chapuzón. Chapuzón no, pero la gorra entraba en el agua cada vez que descendíamos a la orilla de cada uno de esos transparentes lagos para aliviar el calor de este día tan espectacular.

Manteniendo el ritmo llegamos al Refugio de Ventosa.

Jesús ya llevaba en cabeza premiarse en la siguiente parada con un bocata de nocilla, al que a mí no parece apetecerme demasiado. Aquí, nos recargamos a tope de agua porque en la próxima dura y larga etapa nos han indicado que es complicado encontrar.

Aprovecho también para añadir las pastillas de isostar que llevamos,   mientras Jesús saborea su bien ganado bocata, son las 12:30 y llevamos ya 7 horas.

Desde el refugio se ve a lo lejos el monstruo del recorrido, el Contraix, desde aquí parece un quizá excesívamente caprichoso paso de montaña, encaramado en unos cortes de la lejana y escarpada cresta.

Las fotos no engañaban, todo el mundo habla de él y se lo tiene ganado a pulso.



Después de pasar la zona de los lagos previa,  nos dirigimos de frente hacia el caos de enormes bloques  del tamaño de coches que tenemos que superar.

En un principio el desnivel es fuerte y debes encaramarte de un bloque a otro ayudándote de las manos, el ascenso así, resulta agotador!!

Jesús decide parar un momento, se ve realmente cansado y creo que nos irá bien descansar, a mí el beber el isostar me provoca cada vez mas sensación de sed, la próxima vez no lo cargaré tanto. Mientras, un grupo que acabábamos de pasar nos saluda y prosigue ascendiendo.

Tras el descanso, iniciamos una zona de mayores bloques pero con algo menos de desnivel. El grupo que nos pasó ha decidido progresar por la ladera izquierda intentando esquivar esos  enormes bloques.

Jesús y yo decidimos enfrentarnos a ellos de frente y progresamos dando saltos por la zona central más baja.

Esta zona nos resulta  al final hasta divertida, sorteando grandes e inestables bloques entre saltos y avanzando con muy buena sensación de  velocidad. Así, pronto superamos a nuestros compañeros que progresan más despacio y continuamos con esta peculiar forma de avanzar.

Aumentando ya mucho el cansancio , se acaban por fín los bloques y ahora hay que ascender la  fuerte pendiente  final del collado entre inestables rocas sobre tierra suelta que resbalan peligrosamente bajo nuestros pies. Oímos unos gritos y nos giramos para comprobar como el grupo anterior nos está llamando desde la ladera , allá abajo.

Nos preguntan a gritos, en la distacia,  si pueden proseguir por donde van, ya que intentan regresar abajo a la zona de bloques y no lo consiguen. A gritos les indico que por donde van tienen un cortado y que deben seguir recto hacia nuestra dirección por donde les será más fácil descender.

Creo que es mejor enfrentarse a los bloques de cara por la parte baja, puesto que al final resulta hasta divertido y en cambio, avanzar por la escarpada ladera siempre puede significar encontrarse con callejones sin salida.


Conseguido, gateando en su parte final, el coll del Contraix 2.748m, nos damos un respiro antes de proseguir. Jesús sigue bastante cansado y yo aunque me encuentro  bien, no logro quitarme la sensación de sed que me produce el exceso  de isostar. Pero ésta era la parte más dura del recorrido y ya está superada, ahora hay que pensar que tan sólo nos quedan dos fuertes desniveles positivos por completar  e intentamos animarnos con esto.( La verdad es que nos queda aproximadamente la mitad, pero esa no era la sensación).

Iniciamos con calma el descenso más largo del todo el recorrido, 800 metros de desnivel hacia el Refugi Estany Llong.

Siguiendo unas fitas proseguimos en linea recta junto al estany de Contraix hasta encontrarnos de frente con una caída en picado, por aquí no se puede seguir, seguro que nos hemos equivocado pero un poco a la derecha podemos descender algo más, quizá decisión errónea pero decidimos seguir adelante.

Cambiando constantemente de dirección, vamos poco a poco descendiendo por una sucesión de empinadas terrazas con espinosos arbustos, pero se nos van acabando las opciones y el camino bueno, al que queremos llegar, se ve demasiado abajo en el valle.

Jesús descubre como a lo lejos, a nuestra izquierda descienden poco a poco unos excursionistas, sin duda, por la senda correcta y nosotros nos encontramos en medio de una pared de pequeñas y estrechas terrazas que no sabemos si llegarán hasta abajo.

Decidimos proseguir descendiendo con mucho cuidado, tratando de evitar las paredes de roca, hasta que puedo anunciarle a un muy preocupado e inseguro Jesús que siguiendo zigzagueando aquí y allá y agarrándonos a algunos arbustos espinosos , podemos llegar, por suerte, hasta el valle.

Improvisada ruta de descenso del Contraix.

Tras estos momento de mucha tensión provocados por nuestro despiste sumado a nuestra cabezoneria y arrancándonos las espinas de las manos, proseguimos el muy muy largo y continuado descenso que  queda hasta llegar a una pista y al refugi de la Centraleta (1.913m).

El mapa nos indica que hay que ascender por la pista a la izquierda y en unos pocos minutos llegamos al Llong.

Tras esperar, otra vez demasiado para fichar y poniéndome este hecho  cada vez más de los nervios, recargamos agua (yo sin tanto isostar) e iniciamos el siguiente largo ascenso hacia el Coll de Dellui.

Jesús anda ya tocado de verdad, ahora el factor psicológico es muy importante, sólo si la cabeza quiere las piernas seguirán . Tenemos que pensar en positivo, nos queda superar el Coll de Dellui con sus 600m de desnivel, y después de éste, tan sólo nos restará un ascenso de 400m hasta el Coll de Saburó. El resto de ruta será más favorable, excesívamente largo pero, al menos favorable( como si los descensos y las largas zonas llanas que nos quedan no cansaran!!).

Nos intentamos animar con estos comentarios, mientras vamos ascendiendo por un camino bastante cómodo  ganando así los primeros 250 metros de desnivel. Intento animar a Jesús mientras hacemos una parada de descanso y le aconsejo que coma un trozo de mi bocata de jamón y queso para que pueda ir recuperandose del malestar general.

Ojeo el mapa intentando darle una buena noticia, ya que tan sólo nos quedarán unos 350m que superar para llegar arriba y el collado no debería andar muy lejos.


Pero esta ruta resulta increíblemente cruel cuando estás ya cansado, todo está siempre más alejado de lo que parece, todo resulta más difícil de lo que esperas, nunca parece que llegues  a donde pretendes llegar, llevamos 11h de ruta pero todavía queda mucho, mucho que luchar.

Antes de continuar restando metros a nuestra ascensión, debemos enfrentarnos a una zona larga y casi totalmente llana con vistas a una sucesión de magníficos lagos.

Además, el camino atraviesa primero grandes e irregulares bloques y el avance será duro y lento.

No tengo, para nada, buenas noticias para Jesús que avanza muy cansado y con la mirada fija en el suelo, hay que seguir avanzando mucho antes de seguir subiendo!!

Lo único bueno es que se que Jesús no es de los que se rinden.

Superada esta zona de rocas, llegamos al último lago y decidimos parar un poco,  Jesús quiere comer algo más y eso ya es  señal  que se va encontrando mejor, mientras  decido refrescar mis humeantes pies en la refrescante agua del arroyo que desciende entre las rocas.

Por fin, llegamos a la ascensión final y la pendiente se acentúa, hay que superar este collado y dejarlo ya atrás y cuanto antes mejor!!

Llevamos 12h y este paisaje precioso y espectacular se nos está volviendo cada vez más cruel.
A estas alturas, el año pasado,  ya estaba finalizando mi Cavalls del Vent, pero ahora cuando miras el mapa para comprobar cuanto terreno hemos avanzado, lo cierras comprendiendo que la meta se ha alejado aún más.

Llegamos por fin, al collado de Dellui y descansamos un poco, despliego el mapa y casi sale volando con un golpe de viento.

Lo que queda de etapa se nos presenta más favorable, primero un fuerte e incómodo descenso entre rocas pero después una basta zona rodeando constantemente grandes lagos, hasta llegar en corta subida al siguiente refugio, el Colomina.



Iniciamos el descenso y los cuádrices empiezan a quejarse de verdad, rodeamos el primer lago y nos encontramos a unas vacas que nos cierran el paso, decidimos rodearlas y pasamos un puente de madera, donde aprovechamos para recargarnos de agua.

Descendiendo, noto como  ahora es en el otro pie donde se me está iniciando un llaga, seguramente debida  a mi remojón de antes combinado con este empinado descenso, parece que hoy me van a salir todas!!!

El camino permite , de nuevo, correr y Jesús ya está otra vez recuperado trotando tras de mí, bravo!! Ahora los kms pasaran más rápido!!!

Seguimos a buen trote y llegamos a una presa, que atravesamos con sensación de vértigo al estar bastante vacío el lago, enlazando luego con un repecho. Las piernas se quejan mientras ascendemos, pero pronto volvemos a descender para recorrer poco a poco el inmenso Estany Tort.
Esta zona es realmente preciosa, encadenando un lago con otro y sin demasiado desnivel, así que a correr!!.

Llegamos finalmente al sendero que avanza junto a unas antiguas vías hasta llegar al desvió que marca 15´ en subida a Colomina.

Empezamos a subir pensando en lo corto que debe de ser y lo largo que luego se nos hicieron esos exactos 15´de subida, está claro que vamos perdiendo ritmo!!.

Pero ya estamos en el bonito refugio de Colomina (2.415m), donde el atento guarda no sella rápidamente y nos hace el favor de llamar a Mallafré, nuestra todavía lejana línea de meta, para avisar de nuestro paso. Muchas gracias porque este tipo de trato no ha sido nada habitual en muchos de los refugios.

Comemos algo sabiendo ya, que si salimos de aquí, tenemos casi todos los números de llegar al final, previo paso por el penúltimo refugio, el Blanc, son las 19h. y llevamos  14h.


Tras tener que regresar a por las tarjetas de paso y el mapa, que había olvidado en los bancos donde debes descalzarte antes de entrar al refugio ( yo también me despisto, somos tal para cual), vuelvo hasta donde está Jesús y tomamos el último respiro antes de proseguir.

Ahora no hay tanta prisa, lo que cuenta es poder continuar e ir comiéndonos poco a poco estas últimas dos etapas. Los dos estamos ya muy cansados, pero la meta cada vez la sentimos  más cerca.

La ruta se inicia muy bonita, rodeando el Estany de Colomina y el Estany de Mar. La vista de este lago resulta magnífica, realmente dan ganas de bucear en él, porque aunque profundo, la visibilidad es perfecta.

Desde lejos vemos nuestro siguiente obstáculo, el Pas de l´Ós. Se ve una alta pared de roca al finalizar el lago y una caprichosa e inclinadísima zeta que asciende hasta superarla por un estrecho paso.
El sol va cayendo ya pero el ascenso, a gatas por los inclinados y altos escalones de roca nos vuelve a hacer sudar de verdad.

Llegamos a la vista del siguiente lago, el de Saburó que se encuentra sorprendentemente muy abajo nuestro y observamos que el mapa indica que el camino lo rodea por la orilla de la derecha.

Vemos como un grupo de Isards avanzan a gran velocidad y agilidad entre los bloques de allá abajo, cerca de la línea de agua, burlándose así, de nuestro torpe y lento avance.

Consultando de nuevo el mapa, ya que ahora no queremos equivocarnos ni medio metro de más, comprobamos como el Lago se encuentra muy por debajo del nivel marcado  y tras unos momentos de dudas mías, logramos encontrar las fitas para seguir ascendiendo.

Otra vez subimos entre grandes rocas, hay ganas de acabar con ésto!! , procuramos mantener el ritmo, ahora cada vez con más esfuerzo y menos rendimiento pero consiguiendo poco a poco superar la ascensión al coll de Saburó de 2.667m.

La sensación ya es que queda sólo el final, los grandes desniveles de subida ya pasaron y sólo resta recorrer el tramo de descenso que queda hasta Blanc y la última etapa casi íntegra por pista , sin casi desnivel pero de todvía unos 12km, hasta el ansiado Mallafré.  Tan sólo eso!!!.

El descenso, en principio, es como siempre, incómodo y muy carente de ritmo por nuestra parte. Alcanzamos el estany de Cap de Port y lo recorremos, pero debemos superar un pequeño repecho para seguir que ahora se hace muy grande.

Más adelante, me equivoco en un cruce pero Jesús, por suerte, me avisa para volver y recuperamos el camino correcto (mi cabeza ya no está para nada fresca), las piernas pesan, hay muchas ganas de llegar y acertar ahora es muy importante. Gracias Jesús por estar fino de ideas cuando yo fallo!!

Tras un escalonado y fuerte descenso y agotándose ya la luz del día, descendemos a una zona de lagos, el Blanc no andará  muy lejos!

Pero, tras pasar por una presa, el camino vuelve a subir para superar un pequeño desnivel y volver a descender alcanzando ahora una pista.

Vemos una edificación pero no es el refugio, casi no queda luz, muy cerca hay otra y tampoco, el Blanc se hará de rogar, como no!! Por fin un desvío a la izquierda con un cartel marcando el refugio y en un minuto más estamos ahí, son las 21:30h.

Entramos, hay mucha gente y están sentados en la mesa. Yo voy derecho a fichar y entonces nos empiezan reconocer, en el refugio están muchos de nuestros compañeros del Mallafré  que han recorrido hoy en sentido contrario esta última etapa y que ahora, tan sólo nos resta.

Nos saludamos efusívamente y nos animan para la última etapa, ésto nos da realmente alas para afrontar los últimos 12km.

Ya es completamente de noche, así que nos ponemos los frontales y salimos con los ánimos a tope, gracias compañeros, esa energía nos viene perfecta!!

La pista es ancha y empieza subiendo un poco, pero pronto desciende y corremos, aunque a poca velocidad, esquivando las piedras sueltas que enfocan nuestros frontales..

Son 300 m de desnivel en descenso que como no, se nos hacen muy largos, sólo pensamos en llegar al cruce que nos lleva por el canal, a través de la zona de túneles, hasta el Mallafré.

Por suerte, el viernes cuando llegamos, tomamos la acertada decisión de ascender hasta esta pista, dando un poco de rodeo hasta llegar al Mallafré, para reonocer la última mitad de esta etapa, ya que dos de los túneles están taponados y hay que salvarlos por unos desvíos por los que mucha gente se pierde al pasar de noche.

Sabíamos que seguramente pasaríamos de noche por aquí, así que, ahora teníamos la ventaja de saber más o menos lo que nos quedaba y no temíamos perdernos.

Pero estaba costando llegar al cruce conocido, atravesamos un primer y desconocido túnel y por poco  cogemos un desvío equivocado que nos hubiera llevado muy abajo hasta Espot, y además, de repente, la pista asciende trazando una zeta, subir ahora?? Por qué???Consultamos el mapa para estar bien seguros y sí, es verdad, todavía toca subir!!

Con la luz del frontal buscamos el final de la subida, tras la curva no,está, un poco más arriba al girar tampoco, un poco más y sí, por fin descendemos.

Después de los grandes desniveles que hemos tenido que superar, ahora cualquier repecho se nos hace un mundo!!
Un poco más adelante, llegamos, por fin, al ansiado cruce, ahora ya no habrá sorpresas!!

Jesús prefiere no correr y a mis piernas les parece perfecto, andamos a buen ritmo por esta cómoda y conocida pista, siempre en ligero ascenso, deseando encontrarnos con los últimos túneles.

La sensación es como si nuestro cuerpo se estuviera deborando a sí mismo, así que procuramos comer, aunque sea muy poco a poco, algún trozo de barrita. Jesús lo consigue pero a mi ya no me entra nada, lo llevo mucho peor.

Eternos se nos hacen estos kms, por más que enfocamos el túnel no llega y es que se encuentran casi llegando al final y cada km se nos hace larguísimo.

Por fin, pasamos por dentro el primer túnel y seguido está el segundo, donde cogemos el conocido desvío que desciende fuerte para volver a salir más adelante a la pista, subiéndonos de nuevo las pulsaciones.

La pista, ahora, es casi un estrecho sendero por la vegetación que ha crecido al no poder circular coches y más adelante, llegamos al deseado tercer túnel.

El desvío es más largo pero no tan abrupto y desciende bastante para volver a subir,  son los últimos metros de subida y por supuesto, también se hacen durísimos, todo el recorrido lo es y al final no iba a cambiar, ni ya lo esperábamos!!

Salimos a la pista, ahora más ancha y con mucho césped, una verde y tupida alfombra de unos pocos cientos de metros que, tras cruzar un puente de madera, nos lleva a la puerta de nuestra meta, el Mallafré, son las 23:30h y salimos hace 18 horas justas!!

Nos felicitamos con un fuerte apretón de manos, 18 horas de duro trote, eres muy grande Jesús!!!

Y dentro, como no, Elena está despierta esperándonos con la  deseada cena preparada, a pesar de llegar totalmente fuera de su horario.

Nos felicita, nos dice que somos ya Skyrunners y que hacemos muy buena cara para lo que está acostumbrada a ver. Pues la cara será buena pero estamos realmente molidos!!.

Y no le podemos pedir más, nos ofrece una ducha caliente y una suculenta cena en vez del bocadillo acostumbrado a estas horas. Sus atenciones y sus consejos, para nosotros, no tuvieron precio.

Sin duda, la mejor de nuestras suertes fue que ella era la guarda de nuestro refugio, mil gracias por todo Elena!!



La Carros de Foc ha resultado ser una travesía increíble, tanto por sus preciosos paisajes como por su exigente dureza. La sensación siempre ha sido de ver pasar los kms a cámara lenta y con el paso de las horas, cada metro a ganar sólo se conseguía con un mayor y mayor esfuerzo.

Un paisaje plagado de lagos, realmente espectacular y mágico se iba tornando más y más cruel a cada golpe de collado.
Pero ese enorme y mantenido esfuerzo, nos hace sin duda, valorar mucho más lo que juntos hemos conseguido.

Y eso que hacía tiempo que no trotábamos codo con codo, ya lo echaba de menos!!

Gracias Jesús!!


Probablemente habrá más aventuras de montaña pero ahora nos es imposible pensar en más, descansemos primero para poder digerir nuestro  empacho de hoy!!